Washington. – A pocos días de haber asumido como presidente de Estados Unidos, Donald Trump firmó una Orden Ejecutiva con la cual queda suspendido el ingreso de migrantes a través de la frontera con México.
En un comunicado compartido por la Casa Blanca, se recordó que Trump tiene la autoridad, bajo la Ley de Inmigración y Nacionalidad, de impedir el ingreso de extranjeros ilegales a su país.
Esta medida ocurre horas después de que el Gobierno de Estados Unidos ordenara el desplazamiento de miles de solados del Ejército a esta zona del país.
Da instrucción de repeler, repatriar y eliminar extranjeros ilegales
Asimismo, la carta publicada señala que, mediante esta Ley y la Constitución de los Estados Unidos, el mandatario originario de Nueva York ha autorizado y ordenado a distintas dependencias como el Departamento de Seguridad Nacional, el Departamento de Justicia y el Departamento de Estado, a tomar las medidas necesarias para repeler, repatriar y expulsar de inmediato a los extranjeros ilegales a través de la mencionada frontera.
“Mediante el ejercicio de su autoridad, el presidente Trump ha restringido aún más el acceso a las disposiciones de las leyes de inmigración que permitirían a cualquier extranjero ilegal involucrado en una invasión a través de la frontera sur de los Estados Unidos permanecer en el país, como el asilo”, se lee en el documento.
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Promesa cumplida
En la parte final de la carta, se menciona que, con esta acción, Donald Trump ha cumplido su promesa de campaña referente a las restricciones que impondría en la frontera sur de su país, con la cual deportaría a miles de personas que han ingresado a Estados Unidos de forma irregular.
También se recogió un comentario dicho por Trump días atrás, en donde explicó la peligrosidad de la migración para todos los estadounidenses.
La inmigración ilegal perjudica a los trabajadores estadounidenses; supone una carga para los contribuyentes estadounidenses; socava la seguridad pública; y ejerce una enorme presión sobre las escuelas locales, los hospitales y las comunidades en general, quitándoles recursos valiosos a los estadounidenses más pobres que más los necesitan. La inmigración ilegal le cuesta a nuestro país miles y miles de millones de dólares cada año... Y por lo tanto, tomaré todas las medidas legales a mi disposición para abordar esta crisis. Y eso es lo que estamos haciendo”, apuntó.