Moscú, Rusia.- Esta inflexible posición surge en medio de acercamientos diplomáticos con representantes de Donald Trump, y contrasta con la firme negativa del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a ceder cualquier territorio. La postura rusa genera preocupación entre líderes europeos, quienes temen un posible acuerdo que comprometa la integridad territorial de Ucrania sin ofrecer garantías de seguridad sólidas.
El líder del Kremlin, Vladimir Putin, ha endurecido su postura respecto al conflicto en Ucrania, señalando que la paz solo se alcanzará si las fuerzas ucranianas se retiran de la región oriental del Donbás o si Rusia consolida su control sobre el área mediante la acción militar.
"La disyuntiva es simple: o recuperamos estos territorios por la fuerza, o eventualmente las unidades militares ucranianas se irán", comentó Putin en declaraciones a India Today. Con esta afirmación, el presidente ruso elimina la posibilidad de una solución negociada que implique dividir el control del territorio, un punto crítico que ha estancado las conversaciones de paz.
Esta posición se hizo pública justo después de que emisarios del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, sostuvieran encuentros en Moscú. Aunque Trump describió las conversaciones como "razonablemente buenas", el negociador principal de Rusia, Yuri Ushakov, confirmó que no se alcanzó "ningún compromiso" definitivo para detener la guerra. Moscú, que actualmente domina aproximadamente el 85% del Donbás, sugiere que sus recientes avances en el campo de batalla han fortalecido su posición en la mesa de negociación.
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El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha sido claro al rechazar cualquier idea de ceder territorio, ya sea que esté bajo ocupación rusa o no. Desde Kiev, se insiste en que cualquier acuerdo debe incluir garantías de seguridad firmes para Ucrania.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Andrii Sybhia, criticó la postura rusa, acusando a Putin de "malgastar el tiempo del mundo". Zelenski, por su parte, ha manifestado que, aunque existe una "oportunidad real para poner fin a la guerra", cualquier negociación debe estar respaldada por una intensa "presión sobre Rusia".
El equipo negociador de Kiev ya había logrado introducir "modificaciones cruciales" en el borrador inicial del plan de paz propuesto por EE. UU., el cual era percibido en Ucrania como desequilibrado y muy favorable a Moscú. Tras estos ajustes, las delegaciones de EE. UU. y Ucrania emitieron una declaración conjunta, aunque vaga, sobre un "marco de paz actualizado y mejorado".
En un desarrollo separado, un informe del sitio web alemán Der Spiegel reveló la profunda inquietud de los líderes europeos respecto a las negociaciones dirigidas por Estados Unidos. El presidente francés, Emmanuel Macron, habría expresado temores sobre una posible "traición" de EE. UU. a Ucrania en lo referente a la integridad territorial, sin haber asegurado previamente las garantías de seguridad. De igual forma, el canciller alemán, Friedrich Merz, supuestamente aconsejó a Zelenski ser "extremadamente cuidadoso", alertando que "están jugando" con Ucrania y sus aliados europeos. Tanto el Palacio del Elíseo como otros líderes involucrados han declinado confirmar la veracidad de la supuesta transcripción.
Desde que Rusia inició su invasión en febrero de 2022, la nación agresora mantiene bajo su control alrededor del 20% del territorio ucraniano.
