Brasil.- Lo que parecía una cobertura más sobre una desaparición en el río Mearim, en Bacabal, Brasil, se convirtió en un estremecedor hallazgo.
El periodista brasileño Lenildo Frazão, mientras transmitía en vivo la búsqueda de una menor de edad, se topó accidentalmente con el cuerpo de la víctima sumergido en el agua.
Frazão, con el agua hasta el pecho, relataba los esfuerzos de rescate cuando de pronto sintió algo extraño bajo sus pies.
Visiblemente afectado, se retiró del lugar y advirtió a su equipo: “hay algo blando en el fondo del agua”.
El momento quedó registrado en video y fue difundido por la cuenta EITA Bacabal en TikTok, donde se volvió viral. En conjunto con otras redes, superó los cinco millones de reproducciones.
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Pocas horas después, equipos de rescate recuperaron el cuerpo de Raíssa, una niña de 13 años que había desaparecido el día anterior tras ir a jugar con amigos al río.
El trágico descubrimiento se produjo el 30 de junio, según reportes de medios como O Liberal, Cerqueiras Notícias, Metrópoles y Correio Braziliense.
La Policía Civil y el Instituto Médico Forense determinaron que la causa de muerte fue ahogamiento accidental, sin indicios de violencia.
La comunidad de Bacabal quedó consternada. La escuela donde Raíssa estudiaba decretó tres días de luto, mientras amigos y familiares organizaron una emotiva vigilia en su memoria.
Otra tragedia por ahogamiento
El mismo día en que se conocía el caso de Raíssa, también se reportó el fallecimiento del actor estadounidense Malcolm-Jamal Warner en Costa Rica, a los 54 años.
Warner, recordado por su papel en The Cosby Show, perdió la vida el domingo mientras nadaba en Playa Cocles, en la provincia de Limón.
De acuerdo con el Departamento de Investigación Judicial del país centroamericano, una corriente lo arrastró mar adentro, provocando su ahogamiento. Su muerte sorprendió, ya que el actor seguía activo profesionalmente y participaba en producciones recientes.
Ambas muertes, marcadas por circunstancias similares, dejaron conmocionadas a dos comunidades separadas por miles de kilómetros, pero unidas por el mismo dolor.