Los Ángeles.- El Gobierno del presidente Donald Trump ha comenzado a pintar de negro el muro fronterizo con México para elevar la temperatura de las barras de metal y hacer más difícil su escalada, como parte de sus esfuerzos para reducir la inmigración indocumentada.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, publicitó la nueva estrategia este miércoles cuando se cumplen siete meses de la llegada del mandatario republicano a la Casa Blanca con la promesa de reducir a cero la inmigración indocumentada.
“Este muro es parte de la diferencia. Demasiado alto para escalarlo. Demasiado estrecho para atravesarlo. Y ahora, por orden del presidente, será pintado de negro, tan caliente al tacto que los inmigrantes ilegales ni siquiera lo intentarán”, dijo la funcionaria en un mensaje en X.
Noem estuvo el martes en una sección del muro fronterizo sur en Santa Teresa (Nuevo México), donde explicó a los agentes la nueva estrategia de la Casa Blanca para aumentar la temperatura de la estructura metálica actualmente de color marrón y, por lo tanto, dificultar su escalada, además de aumentar la vida útil del metal.
La secretaria explicó que la nueva pintura se realizó “específicamente” a petición del presidente Donald Trump.
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Destacó que la renovación del muro ayudará a los agentes de la Oficina de Protección Fronteriza y Aduanas (CBP) a hacer su trabajo.
“Es a la vez escudo y símbolo: un monumento al compromiso inquebrantable del presidente Trump con este país y la seguridad del pueblo estadounidense”, agregó.
Los fondos para renovar el muro y la nueva construcción, que avanza a un ritmo cercano a los 800 metros por día, según los datos dados por Noem, se adjudicaron en la ley de presupuesto aprobada en julio pasado.
La Casa Blanca también está invirtiendo en tecnología, cámaras, sensores e infraestructura fluvial en la frontera suroeste. EFE
En otros hechos, Florida anuncia el 'Depósito de deportación', un nuevo centro de detención de migrantes
El pasado jueves 14 de agosto, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció la apertura de un nuevo centro de detención para migrantes, al que llamó "Depósito de deportación".
El centro, una prisión estatal abandonada con capacidad para más de 1,300 personas, se ubica en el condado de Baker, al norte del estado.
Este es el segundo centro de detención que abre Florida en poco más de un mes, después de la inauguración de 'Alligator Alcatraz' a principios de julio.
DeSantis indicó que la alta demanda en el primer centro llevó a la necesidad de crear el segundo.
El gobernador no dio una fecha exacta de apertura, pero aseguró que el centro estará "operativo pronto". Florida es uno de los principales aliados de Donald Trump en políticas de inmigración.