Monterrey. - El panorama seco que proliferaba en cerros y plazas principales del área metropolitana parece haber mejorado después de las lluvias registradas a inicios del mes de octubre.
Según archivo fotográfico de ABC Noticias, una toma aérea dejó ver que las faldas del emblemático Cerro de la Silla se han vuelto a pintar de color verde, cuando apenas el pasado mes de agosto lucían un tono amarillento y café.
Lo mismo ha sucedido con la Alameda Mariano Escobedo, en el centro de Monterrey. Esta plaza luce ya algunas áreas de césped reverdecidas tras las recientes lluvias, y aunque abundan menos árboles debido a la tala que realizan autoridades municipales, se encuentra en mejor situación que lo documentado el pasado mes de julio.
Pese a que las lluvias dieron un pequeño alivio a la vegetación nativa, el biólogo Carlos Velasco declara que esto es parte de los ciclos naturales, y que no se pueden echar las campanas al vuelo.
“Lo triste es que ahorita están muy movidos o erráticos, lo que le llaman la disrupción de los patrones climáticos, y pues esto es parte de esta situación que estamos viviendo del famoso cambio climático, esto es una realidad”.
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Esta pequeña acumulación de precipitaciones, a la que se le atribuye la mejoría en indicadores, no significa que “llegó la calma”, ya que ni los mantos acuíferos ni las presas se recargaron de manera significativa, y la fugaz temporada de lluvias refleja los patrones erráticos de lluvias, clima y demás.
“Si bien es un respiro o más bien un suspiro para la vegetación y los ecosistemas, pues no nos resuelve de ninguna manera la crisis hídrica, y podemos esperar escenarios todavía peores para el próximo año”, añadió Velasco.