Monterrey. - La escasez de lluvia en Nuevo León en 2023 ha sido la más baja desde 2011, y ocupa el segundo lugar en los registros históricos de la Comisión Nacional del Agua, que iniciaron hace 38 años, en 1985.
De enero a octubre de este año ha llovido 352 milímetros. Sólo en 2011 llovió menos: 340 milímetros, esto de acuerdo al monitor de precipitaciones de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Ambas cifras son desalentadoras, pues se encuentran lejos de los indicadores anuales ordinarios, que en promedio indican que cada año llueve en Nuevo León 579 milímetros.
Ante este escenario, el experto en agua y sustentabilidad Martín Bremer explicó que la crisis climática es el factor que altera las condiciones climáticas como sequía extrema y altas temperaturas, teniendo como ejemplo el pasado septiembre, que se convirtió en el más seco en 13 años.
“Se ve a nivel mundial que cada vez tenemos más ondas de calor, sequías, tenemos lluvias torrenciales; entonces lo que vienen a indicarnos es que hay cambio en el clima (…) es un cambio muy importante y se llega a hablar de la crisis climática.
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“Hay lugares que antes no llovía y que a lo mejor ahora va a llover; había lugares que no llovía y ahora ya no va a llover, había lugares secos que serán más secos, lo malo es que no sabemos cuál nos va a tocar”, dijo Bremer.
Además, explicó que la crisis del agua se ve agravada por diversos factores como la falta de inversión en infraestructura hídrica, y la falta de expertos en las instituciones encargadas del suministro del vital líquido.
“Una falla en nuestro sistema político es la falta de un servicio civil de carrera, independientemente quién sea el alcalde, el gobernador, el presidente, los puestos técnicos, sean por capacidades técnicas, que una vez que logra obtener el puesto se tenga como carrera y no como puesto político que tengas que dejar”, explicó.