Monterrey.- Este 19 de febrero se conmemora el 110 aniversario de la Fundación del Ejército Mexicano, donde mujeres y hombres valientes día a día muestran que la lealtad, la honradez, la disciplina y la constancia, son la base para garantizar una sociedad más justa, responsable, comprometida con los ideales máximos de la Nación.
Desde su creación ha demostrado un total compromiso con la lealtad a las instituciones legalmente establecidas, lo cual les ha permitido obtener una esencia netamente popular y así, una cercanía con la población. Cuenta con una gran trayectoria de apoyo a la sociedad del país, que ha sido tomada como ejemplo en el mundo.
El trabajo de los militares fortalece la confianza de los mexicanos, y en este sentido son una defensa de la democracia y la legalidad del país. Lo cual es motivo de orgullo y se comparte de generación en generación; al igual que el alto concepto de servicio que se inculca a los militares desde su ingreso y durante su carrera militar.
El instituto de tierra es pionero a nivel mundial en el apoyo a la sociedad en caso de desastres y necesidades públicas; en el ya conocido (Plan DN-III-E) y las actividades de labor social del Ejército Mexicano.
Este esquema de ayuda ha sido replicado por otras naciones como guía para estructurar sus propios mecanismos en situaciones de desastres.
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El Ejército Mexicano es una institución que, al igual que otras instituciones armadas de clase mundial, coadyuva directamente en los dos grandes elementos relacionados con el bienestar nacional: El desarrollo y la seguridad.
En cuanto a desarrollo, uno de los tantos casos es la colaboración en la fundación del Instituto Politécnico Nacional en 1936; la construcción de diversas obras, tanto federales, estatales y municipales y hospitales.
En lo que concierne al rubro de seguridad; diversas publicaciones colocan las Fuerzas Armadas Mexicanas como la segunda fuerza más poderosa de América Latina, después de Brasil, en ese sentido, es de gran relevancia el señalar que el presupuesto asignado, no solo se emplea con fines de desarrollo y adquisiciones netamente militares.
De acuerdo a las fracciones de la II a la V del artículo 1 de la ley orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicana, que también se emplea para garantizar la seguridad interior, realizar acciones cívicas y obras sociales que contribuyen al desarrollo del país y auxilia a la población en caso de desastre.