Monterrey.- Agotamiento severo, depresión, ansiedad y hasta violencia familiar, son las consecuencias de salud y sociales, generadas por el exceso de horas que las personas pasan arriba de una unidad del transporte público.
El paido-psicólogo, Domingo Gatica, explicó que, el primer impacto de salud es causado, en una primera etapa, por las horas de sueño de las que se privan los usuarios, y que son necesarias para un bienestar mental.
“Duermes y fisiológicamente el cerebro y el sistema nervioso suelta sustancias que permiten que tu cuerpo descanse. Cuando alguien no duerme, o duerme cuatro, cinco horas, al otro día amanece totalmente agotado como si no se hubiera dormido, pasar tanto tiempo en el transporte público no permite dormir”.
“Repercute muchísimo en cuestiones de depresión, ansiedad, los cambios en el estado de ánimo son bastantes fuertes”.
El especialista explicó que actualmente, la postmodernidad consta de cinco características que hace que el diario vivir sea más complicado: la inestabilidad en la pareja, crisis en la parentalidad, inestabilidad laboral, violencia y problemas de salud mental.
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Señaló que el invertir tiempo en una jornada laboral completa, más otra en tiempos de traslado, ocasiona que las personas sean más propensas a vivir en un estado de violencia familiar y laboral.
Dicho impacto, podría revertirse con la realización de actividades extracurriculares o aquellas que pueden hacerse después de trabajar, como ir al gimnasio, pasar tiempo con la familia, tener esparcimiento, o simplemente descansar.
“Beneficia, de entrada, en la química de mi cuerpo y voy a producir más sustancias que me van a hacer sentir mejor y al mismo tiempo, en automático va a impactar con las personas con las que convivo.
“Según la neurociencia, los cerebros se conectan. Si yo cambio en algo mi química corporal, en automático voy a tener mejor disposición y mayor facilidad de conectar con las personas que me rodean”.