Monterrey.- Luego de las vacaciones por Semana Santa, además de miles de estudiantes de todos los niveles, también regresó el tráfico vehicular a las calles y avenidas de la zona metropolitana de Monterrey, donde la realización de distintas obras “asfixió” a la movilidad.
En un recorrido realizado por ABC Noticias se pudo comprobar que arterias viales de alto flujo lucieron un importante volumen de unidades particulares y de transporte público, sobre todo en los alrededores de la UANL.
En avenidas como Universidad, Barragán, Fidel Velázquez, Guerrero y Nogalar el tránsito se incrementó, sobre todo, en los horarios pico de la mañana, por lo que se implementaron operativos de tránsito para prevenir accidentes.
Sin embargo, este panorama se complicó para los automovilistas, ya que durante las vacaciones hubo nuevos cierres totales o parciales por obras, como sucedió en el Puente Atirantado y con un carril cerrado parcialmente en el exprés de Constitución por las obras de la Línea 4 del Metro y en Prolongación Madero por las respectivas a la línea 6.
Otro de los conflictos fue que, tras las lluvias recientes se generaron nuevos baches que obligaron a los conductores a ir más despacio y con precaución para no afectar a sus unidades.
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Asimismo, importantes rúas como Venustiano Carranza, Eugenio Garza Sada, Francisco I. Madero, Benito Juárez, Bernardo Reyes, Revolución, Paseo de los Leones, Gonzalitos, Lincoln, Ruiz Cortines, entre otras, lucieron una importante carga de automotores.
Se informó que la Dirección de Vialidad y Tránsito de Monterrey destinó un grupo de 60 oficiales para cubrir las zonas escolares en las principales avenidas en los horarios establecidos para dar seguridad a los alumnos, padres de familia y al personal de las escuelas.
Más de un millón de alumnos de nivel básico regresaron a las aulas y con ello los horarios de zona escolar donde no se pueden rebasar los 30 kilómetros por hora, y de no respetarlo la multa supera los 3 mil pesos.
Tráfico consecuencia de obras pensadas para el auto
Para la integrante de Movimiento de Activación Ciudadana (Movac), Luisa Pérez Barbosa esta situación es consecuencia de que en la metrópoli, los regiomontanos no tienen más opciones que recurrir al automóvil para desplazarse.
“La saturación y el congestionamiento es por este modelo de ciudad que tenemos pensado sólo para el automóvil, estos son los efectos de seguir bajo este mismo modelo en los planes de desarrollo urbano del Estado como de los municipios y es por no pensar en una movilidad para todos los usuarios”, destacó la activista en temas de movilidad.
Pérez Barbosa complementó que aunque actualmente no se cumple con el derecho a la movilidad que ya se estableció en la Constitución, esperan que las autoridades cumplan en tiempo, forma y transparencia con los proyectos de transporte urbano masivo como las nuevas líneas del metro y la restructuración del transporte.
Añadió que para ello, los ciudadanos deben ejercer una mayor participación y exigir más transparencia en el ejercicio de los recursos y el tipo de obras, para presionar a que se realicen las modificaciones y nuevas obras con un enfoque que realmente los beneficie.