A 3 años del feminicidio de su hija, Margarita relata cómo ha sido criar a sus nietos

En abril de 2020, Tania, hija de Margarita, fue asesinada en su propia casa y desde ese día sus hijos han sido criados por su madre, en medio de la impunidad y el dolor.

Margarita Amador, víctima colateral de feminicidio, en Nuevo León.
Margarita Amador, víctima colateral de feminicidio, en Nuevo León. Créditos: Alan Elí Pérez / ABC Noticias
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Monterrey.- Los días 10 de mayo son una fecha agridulce para mujeres como Margarita Amador Álvarez, una habitante del norponiente de Monterrey, quien hace tres años perdió a su hija víctima de feminicidio a manos de hombres armados.

Un 26 de abril del 2020, Tania descansaba con sus pequeños en su casa, ubicada en el sector Minas de la colonia Valle de Lincoln, en Monterrey.

Al filo de las 20:30 horas, su hija y sus tres nietos veían una película, cuando repentinamente alguien tocó a la puerta, la joven madre, atendió y después se produjo la tragedia.

“Mi hija, hace tres años me la mataron, llegaron a la casa equivocada, ella abrió la puerta (…) delante de mis niños le quitaron la vida”, relató Margarita, quien ahora es una víctima colateral de feminicidio.

 

Desde ese día a la fecha, sin figuras paternas presentes, Margarita tuvo que dejar su trabajo en un supermercado y, de ser abuela, volvió a convertirse en madre para hacerse cargo de sus tres nietos, una tarea que, dijo, por momentos, ha sido dura.

Debido a la situación que demandó su atención, sin trabajo, Margarita ya no pudo pagar su casa, en la cual asesinaron a su hija, hecho que le cambió la vida a ella y a sus nietos.

“Los niños necesitan mucho, mucho amor y cariño, que lo tienen de parte mía, pero no es suficiente, yo quisiera trabajar, pero no puedo, porque no los puedo dejar solos”, comentó la mujer.

 

Los primeros meses, las condiciones fueron complicadas, ya que no tenía recursos económicos para brindarles alimento y vestido a sus nietos, sobre todo, al no encontrar apoyo en las autoridades.

“En tres años que toqué puertas, nadie, nadie nos ayudó”, dijo Margarita entre lágrimas.

 

Señaló que en ocasiones no tiene oportunidad de darles gusto a sus nietos, y que incluso debido a su condición económica no han podido celebrar fechas como el Día del Niño, o si quiera asistir a la celebración del Día de las Madres en uno de los planteles educativos al que asiste uno de sus nietos, ya que el precio para participar, no es algo que puedan costear.

Margarita al lado de las integrantes de IMER. Créditos: Alan Elí Pérez / ABC Noticias.

Por si fuera poco, Margarita debe cuidar a su esposo, quien desde hace años padece diabetes y el cual, al perder la vista, no puede trabajar, lo cual les impide tener un ingreso fijo.

“A veces me voy a vender ropa, a pedir que me apoyen con unos taquitos para que ellos puedan tener comida, durante la semana”, explicó.

 

En conversación con ABC Noticias, Margarita relató que sus nietos están conscientes de sus necesidades, aunque al final, son solo niños que no estarían en este contexto si su madre no hubiera sido víctima de feminicidio.

“Quisiera pedirles que me apoyen en cuestión de alimento, vestimenta, zapatos, y que ellos (mis hijos) sigan estudiando”, expreso.

 

Agregó que sus nietos hoy convertidos en sus hijos, son lo más preciado en su vida, y aunque ellos la ven como su madre, ella está inquieta al no contar con el aval legal de la custodia de los niños.

“Dicen que soy su mamá, pero yo todavía no tengo la custodia o un papel que me ampare de que yo los estoy apoyando… Quiero que me apoyen y que me den ese papel, porque ellos tienen mucho miedo porque dicen que el DIF me los va a quitar, no sé quién les está metiendo eso”, relató la mujer.

 

Finalmente, hace un mes, doña Margarita encontró “manos amigas” en el Instituto de la Mujer Restaurada A.C. (IMER) y la Asociación Civil Huérfanos por Feminicidio en México, las cuales le han ayudado a desempeñar con más tranquilidad su rol de madre, con orientación legal y psicológica.

“Gracias a IMER (…) que después de tocar tres años las puertas, hasta hace mes y medio, tengo el apoyo”, expreso Margarita.

 

Actualmente, Margarita Amador vive con sus nietos y su esposo al norponiente de Monterrey, donde brinda su amor de madre a sus nietos, y lucha todos los días para darle a sus nietos lo que necesitan, sin embargo, todo aquel que quiera, siempre es bienvenido a ayudar.

“Les agradezco de todo corazón y si alguien (más) quiere apoyar a los niños, ellos necesitan mucho”, dijo Margarita.

 

¿Te gustaría apoyar a Margarita? Estos son los teléfonos de contacto para hacerlo

Contacto Instituto de la Mujer Restaurada A.C (imer)

Teléfonos: 812 473 78 43 // 812 284 34 42

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