Monterrey.- Durante los últimos cinco años en Nuevo León, aumentó la violencia obstétrica, pues pasó del lugar 30 al 16 a nivel Nacional, de acuerdo con datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), sobre la dinámica de las relaciones en los hogares.
La prevalencia se dio entre las mujeres de 15 a 49 años quienes experimentaron una o más situaciones de maltrato, derivado de las prácticas o conductas realizadas por profesionales de la salud a las mujeres durante el embarazo, el parto y el puerperio (cuarentena), en el ámbito público o privado, que por acción u omisión fueron violentas.
De acuerdo a la doctora Marilyn Mendoza, asesora científica de la Unidad de Enfermedades Raras de Novo Nordisk, la violencia obstétrica constituye una discriminación de género y representa una violación de los derechos humanos, de la salud, sexuales y reproductivos de la mujer.
“En general la mujer tiene un papel un poco más vulnerable, imagínate que es la que carga con el embarazo, es la que va a pasar por el proceso de la cesárea y desde que está en esa situación, realmente está en un estado vulnerable”, comentó la especialista.
Asimismo, refirió que las mujeres deben tener una actitud más proactiva para indagar y cuestionar a los médicos cuando detectan que algo no está bien o se sientan incómodas con algún procedimiento.
Esta evaluación marca un precedente, ya que por primera vez existe un indicador para su comparación, en el 2016 Nuevo León ocupaba el lugar 30 con 26.9 puntos y para el 2022 pasó al lugar 16 con 31.8 puntos
Por parte del Congreso Local, la problemática sí ha sido identificada según la diputada emecista Tabita Ortiz, misma que ha presentado tanto una ley como una iniciativa para combatir estos actos de violencia contra las mujeres.
“En la pasada legislatura aprobamos la Ley de Parto Humanizado, fue en el 2019, es la ley para la protección del parto humanizado y la maternidad digna del Estado…y también en ese mismo año (2019) en la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia se pudo agregar la violencia obstétrica”, mencionó.
Además, en la presente legislatura se ha buscado incorporar el término de la episiotomía a la violencia cometida contra las mujeres, y situación que se trata de ensanchar la abertura de la vulva para agilizar el parto, sin el consentimiento de la involucrada.
Pese a que existen las vías legales por las cuales una madre puede denunciar violencia obstétrica, la realidad es que existe aún una cifra negra de casos no presentados, debido a que las mujeres optan por dejar el proceso por complicaciones burocráticas, falta de tiempo y atención.