Monterrey.- El calor puede afectar a las personas diabéticas y es importante que se tomen precauciones adicionales durante los períodos de clima caliente, pues sí, el calor extremo puede tener varios efectos en la salud de las personas con diabetes.
En primer lugar, el calor puede provocar deshidratación, lo cual es especialmente preocupante para las personas diabéticas. La deshidratación puede afectar los niveles de azúcar en la sangre y dificultar el control adecuado de la diabetes.
Asimismo, la deshidratación puede afectar la capacidad del cuerpo para metabolizar y utilizar la insulina de manera eficiente.
Además de la deshidratación, el calor excesivo puede aumentar el estrés en el cuerpo. El estrés térmico puede provocar un aumento en los niveles de hormonas de estrés, como el cortisol, que pueden afectar los niveles de azúcar en la sangre. Esto puede resultar en un aumento de los niveles de glucosa en sangre, lo que dificulta el control de la diabetes.
Para protegerse del calor y minimizar su impacto en la diabetes, es importante seguir algunas recomendaciones. Estas incluyen:
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- Mantenerse hidratado bebiendo suficiente agua durante todo el día. Es esencial beber líquidos regularmente, incluso si no se siente sed, para prevenir la deshidratación.
- Evitar la exposición prolongada al sol y buscar lugares frescos o con aire acondicionado. Permanecer en ambientes frescos puede ayudar a mantener la temperatura corporal estable y reducir el estrés en el cuerpo.
- Usar ropa ligera y transpirable para permitir una mejor ventilación y facilitar la evaporación del sudor.
- Protegerse del sol utilizando sombreros, gafas de sol y protector solar. Esto ayuda a prevenir la insolación y quemaduras solares que pueden agravar los síntomas de la diabetes.
- Controlar regularmente los niveles de glucosa en la sangre y ajustar la medicación según las indicaciones del médico. Los niveles de azúcar en la sangre pueden fluctuar más durante el calor, por lo que es importante monitorearlos de cerca.
- Planificar las comidas de manera adecuada, optando por alimentos frescos y ligeros. Evitar alimentos con alto contenido de azúcar y grasas saturadas, ya que pueden afectar el control de la glucosa.
El calor puede afectar a las personas diabéticas debido a la deshidratación y el estrés térmico. Siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud para recibir pautas específicas y adaptadas a cada persona.