Monterrey.- Lunes 17 de septiembre de 1973, colonia Bellavista de Monterrey, calle Quintanar, 09:00 de la mañana. Un elegante Ford Galaxie negro se acerca al semáforo de Quintanar y Villagrán, parece un lunes normal.
De pronto, una camioneta con cinco personas a bordo le cierra el paso al auto y tres hombres bajan de ella, dos con pistola y otro con un AK-47, el famoso “cuerno de chivo”, todos integrantes de la Liga Comunista 23 de Septiembre.
El chofer del auto es Bernardo Chapa, el copiloto es Eugenio Garza Sada y en el asiento trasero viaja Modesto Hernández. El hombre de la metralleta es Elías Orozco y suelta una ráfaga que hiere a Bernardo, luego dispara al asiento trasero y mata a Modesto.
Otros dos cómplices, Edmundo y Anselmo, tratan de bajar del coche al poderoso empresario y mientras forcejean Bernardo, herido, saca la pistola que carga y da muerte a Anselmo, estudiante de Agronomía de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
El chofer cubre con su cuerpo a Garza Sada mientras dispara y logra matar a Edmundo. Los secuestradores consiguen dar muerte al chofer, pero también dejan malherido a Eugenio, quien a sus 81 años no resiste la pérdida de sangre.
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El intento de secuestro es un desastre. Los guerrilleros emprenden la huida en la camioneta porque se empiezan a escuchar las sirenas de los Bomberos de Cervecería, quienes llaman a la Cruz Roja.
Cuentan testigos que el auxilio tarda en llegar y aunque trasladan a don Eugenio, a su chofer Bernardo Chapa y a su ayudante Modesto Hernández al hospital Muguerza, ya los tres iban sin signos vitales.
“Al llegar al lugar de los hechos en el interior del vehículo había tres personas, del lado del copiloto estaba el señor Eugenio Garza Sada y otros dos más en la parte de atrás, los tres estaban acribillados por un comando”, recuerda Luis Campacos López, quien era chofer del director de la Policía Judicial, Carlos G. Solana.
La otra historia*
Eugenio Garza Sada y el presidente Luis Echeverría eran muy cercanos, el mandatario constantemente consultaba al empresario regiomontano.
Echeverría pide a Eugenio consejo y mano de obra para la siderúrgica Lázaro Cárdenas-Las Truchas, en Michoacán, pero el empresario regio saboteó la obra para eliminar la competencia a Hylsa. El Grupo Monterrey esparce la idea de que el autor intelectual de la muerte de Garza Sada es Echeverría.
Durante el cortejo, entre La Purísima y el panteón Del Carmen, desde los balcones, al Presidente le mientan la madre y le gritan “asesino”.
* Libro Nostro Grupo, de Irma Salinas Rocha
Escándalos modernos
En 2019 Pedro Salmerón, director del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones Mexicanas (INEHRM), causó polémica al atribuir a un “comando de jóvenes valientes” el intento de secuestro y muerte de Eugenio Garza Sada.
En 2023 el texto de la SEP “Un libro sin recetas para la maestra y el maestro”, de nivel secundaria, señala que un grupo clandestino “al intentar retener en Monterrey a Eugenio Garza” provocó que perdiera la vida el empresario.
Grupos empresariales y organizaciones, como el Centro Eugenio Garza Sada, criticaron que las frases “pérdida de vida” o intento de “retención” sólo “busca suavizar el hecho de que Eugenio Garza Sada fue asesinado”.