Monterrey.- El heredar un puesto político de parte de un padre, una pareja, un hermano o cualquier otro vínculo familiar es un problema que, de base, parece simple, pero esconde un trasfondo preocupante.
Como ejemplo de ello, el alcalde de Pesquería, Patricio Lozano, que sucedió a su papá Miguel Ángel Lozano en la municipalidad; Edelmiro Cavazos, hijo del fallecido exalcalde de Santiago, Edelmiro Cavazos Leal, busca también la presidencia municipal; César Garza Arredondo, hijo del actual alcalde de Apodaca, César Garza, también es de los interesados en buscar la alcaldía en la siguiente elección.
Según el vocero de temas democráticos de Misión Rescate México, Javier Ponce, la vocación por la política puede ser hereditaria, en el caso de los hijos que suceden a sus padres, tal como lo es en las familias de diversas profesiones como abogados, doctores y hasta contadores.
Sin embargo, actualmente ningún partido político en Nuevo León, y en el país, somete a voto directo de sus militantes la designación de sus candidatos, poniendo en duda los procesos democráticos desde la parte interna de estos, y desde el inicio de los procesos electorales.
“El abandono absoluto de los procesos democráticos internos por parte de los partidos políticos para designar a sus candidatos, es increíble como los partidos son los beneficiarios y actores fundamentales en la vida democrática del país, al interior de sus organizaciones de plano se han olvidado de los procesos democráticos”, declaró.
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ABC Noticias publicó este lunes que, en el caso de Nuevo León, durante las siguientes elecciones y hasta en la actualidad, los hijos de alcaldes y diversos políticos de representación estatal y federal, competirán por conseguir el mismo cargo que algún familiar suyo está por dejar.
Ponce agregó que el tema de la transparencia, y en específico en la rendición de cuentas, se genera un claro conflicto de intereses, ya que si la administración saliente estuvo a cargo de algún familiar de la nueva persona responsable, es poco probable que se realicen revisiones exhaustivas y parciales a sus ejercicios financieros.
“Donde sí está muy cuestionado es el asunto de la rendición de cuentas, es difícil que un pariente, que lo suceda en el mismo cargo, revisen con la neutralidad necesaria la gestión anterior, ahí si tendríamos notoriamente un conflicto de intereses”, dijo.
Aunque no haya recurso legal que impida la participación de familiares en la sucesión de puestos, el también politólogo destaca que estas prácticas cuestionan la confianza democrática de la ciudadanía, e incluso, influyen directamente en la participación del electorado.