Monterrey.- En el corazón de Monterrey, el telón del Teatro del IMSS se bajó en 2015 y nunca volvió a levantarse. Este emblemático espacio, ubicado sobre la avenida Constitución, ha sido objeto de curiosidad y exploración por jóvenes como José Flores y sus amigos, quienes decidieron adentrarse en este teatro abandonado.
Catalogado como un "espacio fantasma", José Flores cuenta en un video publicado en su página de Facebook, que el teatro cerró sus puertas tras una intervención de Protección Civil de Nuevo León, que detectó fallas en las medidas de seguridad, y asegura que, a pesar de las intenciones de rehabilitar dicho lugar, ha permanecido en completo abandono durante casi una década.
En el video se puede ver el interior, las butacas, aunque cubiertas de polvo, conservan su forma, recordando lo que algún día fue un lugar lleno de vida.
Flores se aventuró hasta la cabina de control, donde encontró herramientas que alguna vez dieron vida a las funciones del teatro. También exploró los camerinos, donde se exhiben reconocimientos a destacados artistas como Héctor Bonilla, Ofelia Guilmáin y Elsa Aguirre.
¿Qué sucedió realmente con el Teatro del IMSS?
Lo cierto, es que la red de teatros del IMSS, la más extensa de Latinoamérica con 38 recintos, enfrentó un grave deterioro. Muchos teatros cerraron mientras que otros han sido transformados en auditorios rentados o están en comodato. A pesar de los intentos por revitalizarlos, estos esfuerzos han carecido de una visión adecuada.
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Aunque la Red de Teatros del IMSS representa una iniciativa con un gran potencial. Con el apoyo político adecuado y un compromiso real hacia la cultura, estos espacios podrían ser rehabilitados.
Originalmente, estos fueron creados durante el sexenio de Adolfo López Mateos, bajo la dirección de Benito Coquet. Entre 1958 y 1963, se construyeron 26 teatros cerrados y 42 al aire libre en todo México.
En los años noventa, Mario Espinosa, director de escena, propuso un sistema de comodato para coproducir obras con grupos locales. Sin embargo, recortes presupuestarios y falta de visión han dejado este sistema en el olvido.
El futuro del Teatro de Monterrey y otros recintos similares podría cambiar si se retoma la pasión por el teatro y se invierte en su rehabilitación. Hay quienes en redes sociales se han pronunciado sobre el legado cultural que merece ser preservado y revitalizado para las futuras generaciones. ¿Tú qué opinas?