Medio Ambiente supervisa fuentes contaminantes en Monterrey

La Secretaría de Medio Ambiente realizó recorridos en distintas zonas del Área Metropolitana de Monterrey para identificar fuentes de contaminación atmosférica.

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Monterrey.- Con el fin de reducir la contaminación atmosférica, la Secretaría de Medio Ambiente realizó recorridos en diferentes zonas del Área Metropolitana de Monterrey para detectar fuentes contaminantes.

A través de redes sociales, la dependencia estatal informó que el primer recorrido se realizó en las pedreras ubicadas en tres municipios: García, Santa Catarina y Escobedo.

El segundo recorrido fue diurno en el municipio de Santa Catarina, García y El Carmen, y el tercero se hizo durante la noche de ayer en Guadalupe, Juárez y Cadereyta.

Asimismo, en la misma publicación se menciona que estos recorridos se hicieron de vigilancia, para detección de fuentes móviles ostensiblemente contaminantes.

Durante la mañana de este miércoles y cuando se hizo la publicación en redes sociales, nueve estaciones presentaban calidad del aire entre buena y aceptable, mientras que el resto registraba malas condiciones.

Y en el último corte (17:00 horas) del Sistema Integral de Monitoreo Ambiental (SIMA), cinco estaciones registran un índice de aire y salud malo, ocho están con un riesgo moderado para la población y dos están en color verde, es decir, una buena calidad del aire.

Estaciones de Monitoreo ambiental. Créditos: Cortesía

Las estaciones que están en color naranja son las ubicadas en Santa Catarina suroeste, San Pedro suroeste 2, San Nicolás norte 2, así como García noroeste 2 y 3.

Mientras que las que están con una calidad del aire aceptable son Escobedo norte, Guadalupe sureste, Apodaca noreste 2, Juárez sureste 2, Cadereyta sureste 3, así como Monterrey noroeste, centro y sur.

Y solo las estaciones del SIMA ubicadas en San Nicolás noreste y Pesquería este se registran con una buena calidad del aire.

Estas moderadas y malas condiciones medioambientales se presentan debido a la estabilidad en la atmósfera, la inversión térmica, y el transporte de polvo del sur de Estados Unidos y del noroeste de México, por el frente frío número siete.