Monterrey.- Los nuevoleoneses padecieron un martes de aire sucio ante la conjunción de la inversión térmica, fuertes vientos, una refinería “rebelde” y, encima de todo, un incendio en Juárez.
Entre las 10:00 y las 14:00 horas, ocho de quince estaciones del Sistema Integral de Monitoreo Ambiental del Gobierno del Estado (SIMA) registraron concentraciones peligrosas de partículas contaminantes.
Lo anterior fue pronosticado el día anterior por Alfonso Martínez, secretario estatal de Medio Ambiente.
“Mañana 10 de diciembre (…) se esperan fuertes vientos de cerca de 30 kilómetros por hora lo que provocará la suspensión de partículas y la entrada de polvo lo que podrá afectar la calidad del aire”, escribió el funcionario.
Según datos de la Red Ciudadana de Monitoreo de Calidad del Aire, a partir de las 00:00 horas, la planta de hidrocarburos ubicada en Cadereyta comenzó a ensuciar el aire, registrándose en la zona 107 microgramos de partículas PM2.5 por metro cúbico.
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Esto coincide con los datos del SIMA, pues desde la madrugada y hacia el mediodía tres municipios registraron una calidad del aire “extremadamente mala”, la peor condición del índice, por lo que el Comité Ecológico Integral advirtió al respecto vía redes sociales a los habitantes de Apodaca, Juárez y Cadereyta.
En el caso de Cadereyta, señaló el Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire, a las 11:00 horas se triplicó lo establecido por la Norma Mexicana de Salud en cuanto a niveles de partículas PM10.
“El promedio de partículas PM10 de las últimas 24 horas en Cadereyta alcanzó los 202 microgramos por metro cúbico, esto es más del triple de la recomendación a corto plazo establecida en la Norma Mexicana de Salud (60 µg/m3) y cinco veces la recomendación de la OMS (45 µg/m3)”, publicó el Observatorio.
Agravando aún más la situación, a las 12:11 horas, Protección Civil estatal recibió el reporte de un incendio en el Ejido Juárez, sobre la calle Francisco Villa, donde estalló una pipa que transportaba diésel.
De acuerdo con las autoridades estatales, durante el invierno suele empeorar la calidad del aire de la urbe regia a causa de la inversión térmica, un fenómeno meteorológico que hace que se enfríe el aire en la parte baja de la atmósfera, lo que provoca que las partículas contaminantes se acumulen.