Monterrey.- Durante la temporada navideña, los vendedores de juguetes artesanales en el Mercado Juárez, ubicado en el centro de Monterrey, aseguraron que no lograron las ventas esperadas en comparación con años anteriores.
A pesar de ser un lugar tradicionalmente conocido por su oferta de productos hechos a mano, las ventas de estos juguetes en esta temporada sufrieron una notable disminución en comparación al año 2023 y 2022.
En entrevista para ABC Noticias, Salvador Barrón, locatario de un establecimiento en el mercado Juárez, aseguró que las ventas sí disminuyeron en comparación a años anteriores y espera que incremente la comercialización para el 6 de enero, día de Reyes.
"Pues ha estado bien, obviamente, pues se siente a año a año, pues sí merma un poquito, pero como quiera se siguen buscando los juguetes de madera, sobre todo para los niños para Navidad y esperemos que para el Día de Reyes se sigan buscando", dijo Salvador.
Aunque el comerciante atribuye esta baja demanda a varios factores, entre ellos la competencia de los juguetes industriales importados, que se han vuelto más populares debido a su accesibilidad y variedad.
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Los juguetes artesanales, elaborados principalmente con madera, barro y textiles, son parte de una tradición que ha caracterizado al mercado regiomontano.
Estos productos, que van desde un balero hasta carros de madera pintados a mano, ofrecieron una alternativa única y culturalmente diferente a los juguetes comerciales.
"En esta temporada los productos que más se vendieron fueron los comedores de madera, los carritos de madera, las guitarritas, mucho balero, yoyos también", agregó Salvador.
Sin embargo, a pesar de su valor artesanal, los precios de estos artículos que rondan desde los 40 pesos hasta los 300 no fueron suficientes para atraer a los compradores que, en su mayoría, buscaron opciones más económicas o productos tecnológicos.
En medio de esta situación, los comerciantes de estos productos siguen apostando por mantener viva la tradición de los juguetes artesanales, esperando que con el tiempo más personas valoren la calidad y el esfuerzo detrás de cada pieza hecha a mano.
La esperanza es que la demanda vuelva a aumentar, especialmente durante otras temporadas del año.