Monterrey.- Blanca Álvarez, fundadora de la asociación Color Esperanza, ha ayudado a más de 4 mil 700 familias de bajos recursos, sin embargo, antes su historia era diferente.
El proyecto de Blanca inició el 9 de marzo de 2020, cuando fue despedida de su empleo por pedir una mejora de horario luego de convertirse en madre.
En ese momento, Blanca, en plena pandemia de Covid-19, le dio forma a su idea de ayudar a los demás. Así que comenzó por brindar apoyo a las personas que la rodeaban como familiares y vecinos, personas que, al igual que ella, se habían quedado sin trabajo y, por ende, sin un ingreso para sostener a su familia.
En entrevista para ABC Noticias, Blanca Álvarez, fundadora de Color Esperanza, quien también es fisicoculturista y madre de cuatro hijos, ahora ayuda a madres solteras, personas en situación vulnerable y que atraviesan por problemas económicos.
Con sus miles de seguidores en Facebook, Blanca ha ayudado a más de 4 mil 700 familias, con dinero, prótesis, carros y ahora con aprendizaje, a través de cursos en su centro comunitario CAV, ubicado en Apodaca, Nuevo León.
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“Fue porque llegó a mis oídos mucha gente, muchos amigos, conocidos, incluso vecinos, familiares, que se quedaron sin trabajo, y literal no tenían ni que comer, entonces dije, a nadie nos sobra, vamos a echarnos la mano nosotros mismos y pues apoyarnos, yo sé que no se trata de que te sobre se trata de compartir un poquito”, expresó Blanca.
En estos casi cuatro años, alcanzar el equilibrio no ha sido fácil para Blanca, pues en ocasiones ha sido víctima de amenazas y ataques. A su vez, dejó de recibir ayuda de algunas empresas regiomontanas que, en un inicio, sí decidieron apoyarla, pero después ya no lo hicieron debido a que habían creado sus propias asociaciones civiles y otras prefieren dar donaciones a otras empresas, dejando de lado a proyectos como el de ella.
“Yo siento que ayudan más una persona normal (que) a una empresa, las empresas son contadas. Con las empresas que nos han apoyado, lamentablemente a pesar de que ya nos hicimos donatarios, las empresas han creado sus fundaciones, que les dan sus donaciones, y nos han dejado afuera a las asociaciones civiles, es más el apoyo de persona a persona, que de las empresas”, comentó.
Ante este escenario, la ayuda es necesaria para Blanca, por lo que, en caso de querer apoyar a esta causa, las personas pueden acercarse al centro de recolección ubicado en la calle Japeto #224, en la colonia Cosmópolis, Apodaca Nuevo León, o bien, solicitar informes a través de la cuenta de Facebook: Color Esperanza Monterrey.
A cuatro años de haber puesto los primeros cimientos de su fundación, hoy Blanca está convencida que los sueños sí se cumplen.
“Esto hasta lo tengo tatuado, si lo puedes soñar, lo puedes crear y es todo lo que puedo decir”, expreso.