Expertos coinciden que ciclovías deben tener mayor planificación

La administración de Luis Donaldo Colosio anunció el año pasado obras de infraestructura inclusiva que suman un total de 20 kilómetros.

Créditos: Dalia Manríquez
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Monterrey.- El Gobierno de Monterrey está por concluir una red de ciclovías en el primer cuadro de la ciudad, sin embargo, especialistas coinciden en que estas obras deberían tener mayor planificación y aceptación de la ciudadanía.

Los llamados corredores verdes, han sido parte de las acciones emblema de la administración municipal saliente, e incluyen árboles, áreas verdes, luminarias y banquetas nuevas y ampliadas, así como cruces peatonales seguros. Dos de ellos están por concluirse en las avenidas Aramberri y Washington, desde su cruce con Héroes del 47.

Según datos oficiales del Gobierno de la ciudad, la inversión en el Corredor Aramberri es de $30 millones 499 mil 144.83 pesos, y la del Corredor Washington es de $30 millones 901 mil 056 pesos.

Consultado por ABC Noticias, el arquitecto y urbanista Ricardo García resaltó la necesidad de planificar las rutas para ciclistas, que conecten distancias considerables y no queden “cortadas”, al tiempo que están por concluir las obras de avenidas aledañas al Paseo Santa Lucía, por lo que consideró que aún no se ha hecho suficiente.

La administración de Luis Donaldo Colosio anunció el año pasado obras de infraestructura inclusiva que suman un total de 20 kilómetros, exclusivos para quienes se trasladan a bordo de transporte no contaminante.

El corredor verde Federico Gómez está en construcción, así como la última etapa del correspondiente a la avenida Ocampo.

Sin embargo, las opiniones de los automovilistas frecuentemente se muestran en contra, cuestionando que se reduzca el espacio.

Para García, la población civil debe cambiar el esquema, y considerar que los proyectos, aunque con reservas, sirven para “tener todo a la mano”.

“Lo de Ocampo se empezó hace como tres años. Yo había sugerido que se hiciera en Padre Mier, desde la Macroplaza hasta el Obispado. Tomaron Ocampo, que parte de ahí, pero no llega a ningún lado. Se tiene que rediseñar toda la estructura vial del Centro. Tiene fácil 20 años de retraso. Tiene que planificarse. Por eso salió pésimo el diseño, con problemas de movilidad para los automóviles”, apuntó.

Por su parte, Sheila Ferniza Quiroz, integrante del colectivo Pueblo Bicicletero, celebró la coordinación entre Gobierno del Estado y Municipal, pues asegura que contribuye a la movilidad y el traslado seguro en las calles.

Para la activista, no basta con acercar puntos de interés, como con los edificios de departamentos, las zonas comerciales, corporativos y universidades, sino que además falta crear conexiones intermunicipales.

“Vemos positivo el incremento de esta red, sobre todo de manera conectada. En algunos casos hay infraestructuras que sí están conectando en el Centro de la Ciudad, por ejemplo, el Corredor Ocampo está buscando conectarse con el Multimodal Zaragoza, y eso implicaría una red amplia o al menos un par de ciclovías, evidentemente hace falta ir conectando, pero va avanzando de manera progresiva.

“Vemos necesaria la incorporación de un sistema de bicicleta pública, que hemos tratado de impulsar desde hace tiempo. Una parte es la infraestructura, que sin duda aumentan la seguridad para las personas que se mueven en bicicleta, también invitan a nuevas personas a moverse en la ciudad”, detalló.

Con respecto a quienes se oponen a dichas redes, la activista destacó que los espacios públicos, como banquetas, avenidas y calles, deben servir para el bien común y priorizar a quienes pueden ser más vulnerables, así como a los usuarios que generan menor impacto ambiental.

Por ello, rechazó la idea de que el tema se polarice, pues la población puede contar con más opciones seguras para llegar a sus destinos, que no se limite al uso de vehículos motorizados particulares.

“Parte del problema es verlo como algo polarizado, como si simplemente nos moviéramos en un solo medio de transporte. Quienes se mueven en auto también llegan caminando a sus destinos, el auto no es parte de nuestros cuerpos.

“La ley plantea una jerarquía para la movilidad, todos debemos caber en la calle. Sí hay una prioridad, todos los elementos deben priorizar a quienes son más vulnerables en la calle, y a quienes tienen menos impacto, primero personas peatonas y ciclistas, luego el transporte, y al final los automovilistas, esto está en todas nuestras leyes y reglamentos”, apuntó.