Monterrey.- Para especialistas, los deslaves y daños estructurales alrededor del río Santa Catarina ocasionados por el ciclón Alberto, no son motivo de sorpresa, pues aseguran que históricamente la ciudad se construyó cerrando su cauce natural.
Con la llegada de lluvias intensas a la entidad el pasado miércoles, el torrente que cruza la zona metropolitana incrementó el caudal a un nivel pocas veces visto.
Por ello, no solo las casas de madera y lámina instaladas a sus orillas se vieron afectadas, pues también se desgajaron partes de la avenida Constitución, en al menos dos puntos y por segunda ocasión.
La arquitecta Selene Velázquez, fundadora de la empresa Restaurika, ha contribuido a la conversación al difundir en redes sociales la historia y arquitectura norestense.
Una de sus publicaciones más recientes muestra los antiguos mapas del primer cuadro de Monterrey, que detallan un trayecto diferente del Santa Catarina.
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“La naturaleza nos ha pedido que aprendamos a leerla, el contexto ha sido ignorado por quienes habitamos estas áreas. Cada vez que hay lluvias, tenemos que bajarle dos rayitas a nuestro ego. Monterrey no es la única ciudad en el mundo que está atravesada por un cuerpo de agua.
“Lo que deberíamos de hacer cuando vuelve a tomar su cauce y ‘se lleva’ carriles que lo obstruyen, es pausar y replantear la ciudad. No tenemos que construir nada encima, hay que darle espacio, no importa que esto (las lluvias) pase cada diez o quince años”, sostiene la también restauradora.
Para Adrián Lozano, ecólogo y maestro en ciencias, lugares como el desaparecido Rey del Cabrito, Pabellón M, los Condominios Constitución y el Hospital de Ginecología y Obstetricia del IMSS, son solo algunas de las edificaciones erigidas sobre antiguas bahías de inundación, y que en su mayoría ya terminó por perderse.
En marzo del 2023, por ejemplo, circularon las imágenes de un manantial subterráneo donde anteriormente se encontraba el mencionado restaurante, que fue derrumbado luego de décadas de servicio para preparar una nueva construcción.
“Todas estas edificaciones son ejemplos, a lo largo del río hemos ‘robado’ espacios que estaban para recibir grandes avenidas de agua. Estamos destinados a tener erosión en las orillas de lo que ahora es un canal, eso significa que tanto Morones Prieto como Constitución están dentro del río, pero no lo solemos ver así.
“Hay registros históricos de inundaciones que rodearon el Obispado y llegaron cerca del Obelisco (en el centro de Monterrey), imagínate el volumen de agua que eso implicaría, cerca de 1911 y 1913. Si seguimos construyendo pasos a desnivel hacia abajo, siempre se va a perder (parte de la obra), con ese tipo de tecnología o infraestructura”, explicó el científico, entrevistado por ABC Noticias.
Por ello, en medio de la construcción de una sección de la Línea 4 del Sistema Metrorrey, que conectará a los municipios de Apodaca y Santa Catarina, y que fue ligeramente tocada por el agua del río la semana pasada, Lozano urgió a reconsiderar la seguridad de la obra.
“Tuvieron la grandísima suerte de que no se desgajó alrededor de las columnas del metro, pero se va a cuestionar mucho: ¿es pertinente tener ahí una infraestructura que va a transportar a miles de personas al día? Probablemente no. Tal vez se pueda resolver, pero no vemos que se elijan soluciones ad hoc a las condiciones de erosión y a las condiciones meteorológicas”, aseveró.
Por su parte, Velázquez opinó que la instalación de andadores para observar el cauce y la ciudad, es la única propuesta viable.