Monterrey.- El venero de la calle Matamoros, en el centro de Monterrey, proveniente de la construcción Vía Zócalo, cumplió un mes de haber sido reportado por la ciudadanía.
Fue el pasado 3 de julio cuando ABC Noticias reportó la constante salida de agua, por medio de una tubería instalada al interior del edificio, aunque un ciudadano dio a conocer la problemática a través de la cuenta de X del Centro de Integración Ciudadana (CIC) el 18 de junio, misma alerta a la que Agua y Drenaje afirmó estar dando seguimiento.
En un principio, se desconocía si se trataba de un venero, o de una fuga de agua por la perforación accidental de tuberías subterráneas. Trabajadores de la construcción afirmaron que una cisterna se había inundado por las precipitaciones.
Pero los encharcamientos aparecieron antes de la llegada de la tormenta tropical Alberto. Y a pesar de llevar 34 días liberando agua, y de las múltiples voces que se han pronunciado al respecto, las autoridades estatales no han dado una postura ni respuestas a la población.
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Una de ellas fue la del ingeniero geofísico Martín Bremer, quien aseguró que ni el Ayuntamiento de Monterrey, ni la paraestatal tienen la disposición para darle uso a este y otros afluentes, pues con las pasadas lluvias surgieron veneros en diversos sitios de la zona metropolitana.
Ahora mismo no existe un protocolo sobre estudios o aprovechamiento del líquido, de acuerdo con la regidora de Monterrey Cristina Salinas. Mientras tanto, el torrente va a dar a un registro, abierto específicamente para asegurar su entrada, a 500 metros del origen, en la calle Florencio Antillón.
Para Mario Covarrubias, especialista en Ingeniería Estructural y docente del Tecnológico de Monterrey, las autoridades municipales también deben estar involucradas en el caso, ya que, al liberar el agua de manera constante hacia la vía pública, se pueden causar afectaciones en la carpeta asfáltica.
“En la zona donde está la construcción, las edificaciones que están alrededor también son susceptibles a la acumulación en el subsuelo, las carpetas asfálticas también. El agua constante en una carpeta asfáltica tiende a debilitarlas o a dañarlas, la calle está teniendo afectación porque se va filtrando y con el paso de los vehículos se hace una presión sobre el material, se va degradando y reblandeciendo”, opinó.
Sin embargo, al ser cuestionado al respecto, el alcalde Luis Donaldo Colosio descartó que esos daños se estén presentando, y dijo haber solicitado ya a Agua y Drenaje su intervención.
“Nosotros tenemos que actuar en consecuencia. No hemos recibido una respuesta por su parte, esperemos que pronto se diga qué hacer ahí”, mencionó.
El emecista no es el único que aguarda la contestación, pero hasta el momento el organismo no ha brindado información sobre el venero, su posible aprovechamiento, o el estatus de la obra, que previamente había sido suspendida para ser investigada en dos ocasiones, por otros motivos.
Si bien extraoficialmente se afirmó que sería muy poca agua para ser utilizada con diversos fines, a excepción del consumo humano, es decir, para beber, al día de hoy se desconoce la cantidad de litros que han sido liberados a la calle.