Anáhuac.- Los desfogues de las presas deben realizarse de manera paulatina, nunca abruptamente, y lo que se vivió en el municipio de Anáhuac con el huracán Alex, el 6 de julio del 2010, es prueba de ello.
Al abrirse en ese entonces 17 de las 26 compuertas de la presa Venustiano Carranza, el Río Salado se desbordó, por lo que 18 mil anahuacenses tuvieron que ser evacuados, algunos inclusive a la fuerza.
A consecuencia del desfogue del embalse ubicado en el estado de Coahuila, 3 mil 500 metros cúbicos por segundo de agua fluían por el cauce del río, amenazando a 8 mil viviendas en el municipio nuevoleonés.
Previo a la apertura de compuertas, Venustiano Carranza contaba con mil 428 hectómetros cúbicos, excediendo su Nivel de Aguas Máximas Extraordinarias (NAME), lo que significa que la inédita cantidad del vital líquido llegó a pasar por arriba de su cortina.
“Cuando se excede el famoso NAME, el agua pasa no por el vertedor ni por las compuertas; pasa por arriba de las cortinas. Eso sí es muy peligroso”, explicó al respecto el hidrólogo Alfredo González, en entrevista para ABC Noticias.
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Tal riesgo para Anáhuac, cabe recordar, fue previsto por Protección Civil de Nuevo León, por lo que se le exigió a la Comisión Nacional del Agua no desfogar más de 2 mil metros cúbicos por segundo, demanda que no fue atendida por la Conagua, que desfogó 2 mil 482 cúbicos por segundo.
Prevén que ‘La Niña’ traiga lluvias torrenciales durante tres años
El fenómeno meteorológico conocido como “La Niña” se encuentra en vigilancia por el Servicio Meteorológico Nacional, pues hay un 70% de probabilidades de que se desarrolle durante los próximos dos meses.
En entrevista para ABC Noticias, el meteorólogo Mauro Morales explicó que se trata de un enfriamiento anómalo del océano Pacífico que puede causar precipitaciones intensas en todo el mundo, y que podría hacerse presente en Nuevo León con lluvias torrenciales por hasta tres años.
“Ahorita se está estableciendo el fenómeno de ‘La Niña’ que, a nivel local, en Nuevo León, siempre nos trae muchas lluvias.
“Ahorita estamos en una fase de vigilancia. Todo indica que, conforme avancemos en el verano, se irá desarrollando ‘La Niña’, y eso significa también que podríamos tener un invierno frío y con precipitaciones”, dijo el experto en entrevista para ABC Noticias.
Morales también explicó que “La Niña” se trata del opuesto de “El Niño”, que es un calentamiento anómalo del océano Pacífico que provoca sequías intensas en todo el mundo. Ambos extremos forman parte de un patrón climático conocido entre especialistas como
“El Niño-Oscilación del Sur” (ENOS). “Cuando está presente el fenómeno de ‘El Niño’ son años de mucha sequía, y así fue hasta abril de este año. Nos hemos dado cuenta, con el paso de los años, de cómo afecta aquí a nivel local, ya sea el fenómeno de ‘El Niño’ y de ‘La Niña’.
“Si se establece ‘La Niña’ dicen algunos estudios que pudiera durarnos unos tres años, entonces, volveríamos a un periodo de precipitaciones”, agregó el meteorólogo.
Para definir el estatus de ENOS, el Servicio Meteorológico Nacional utiliza un índice que abarca siete condiciones, yendo de un extremo del fenómeno al otro: “La Niña”, “Advertencia por La Niña”, “Vigilancia por la Niña”, “Neutral”, “Vigilancia de El Niño”, “Advertencia de El Niño” y “El Niño”.