Carmen Olivas tiene sentencia de 50 años, pero agradece el castigo

Carmen Olivas, interna del Centro de Reinserción Social de Escobedo, recuerda cómo las malas decisiones que tomó la llevaron a prisión.

Carmen Janeth Olivas Castro.Créditos: Dalia Manriquez / ABC Noticias
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Escobedo.- Estar en el momento equivocado y rodearse de malas amistades llevaron a Carmen Janeth Olivas Castro al Centro de Reinserción Social de Escobedo. 

Sin embargo, ella asegura estar agradecida, ya que su vida dio un giro de 180 grados, lo que le permitió valorar las cosas desde otra perspectiva. 

Carmen sufrió un traumatismo maxilofacial a los 12 años tras un accidente en motocicleta. A los 18 fue acusada de secuestro y condenada a 50 años de prisión, de los cuales ha cumplido cinco. 

Créditos: Dalia Manríquez / ABC Noticias. 

“A veces pasan cosas en tu vida para que tomes conciencia de lo que estás haciendo. Muchas veces ignoramos las señales hasta que tocamos fondo. Aquí, te das cuenta de todo lo que perdiste: oportunidades, detalles que afuera parecen insignificantes, pero que adentro extrañas profundamente”, reflexionó Carmen Janeth. 

Ahora, con 23 años, es madre de dos niñas, de seis y siete años, y pese a las circunstancias, asegura sentirse agradecida por su tiempo en prisión, ya que considera que eso le permitió cambiar su actitud. 

“Yo también me sorprendo de cuánto he cambiado desde que llegué aquí. Fue un cambio radical. La verdad, nunca pensé que diría esto, pero estoy agradecida con Dios por haber estado en la cárcel. 

“Era muy engreída, vanidosa, soberbia. Todo lo que quería lo tenía. Malgastaba mucho dinero. No sabía estar sin estrenar ropa, zapatos, perfumes, celulares... Pero aquí las cosas son diferentes. Ahora uso el uniforme: sudadera blanca, pants gris y tenis blancos”, compartió. 

Créditos: Dalia Manríquez / ABC Noticias. 

En entrevista exclusiva para ABC Noticias dentro del centro penitenciario, Carmen, sentada frente a un estante de libros, recordó cómo las malas decisiones la llevaron a prisión. 

“Yo afuera no medía las consecuencias, sólo vivía el momento. Tenía malas amistades. Una vez estábamos en una fiesta; yo me fui y mi amiga se quedó. Al día siguiente fui a buscarla, pero la casa estaba vacía, sólo había policías. 

“Sabía que mis amigos hacían cosas malas, pero no imaginaba qué tan malas. Llegué al lugar equivocado en el momento equivocado. Si no hubiera ido a esa casa, no estaría aquí”, relató. Durante su tiempo en prisión, Carmen participó en el certamen “Mi Belleza Interna 2024”, donde obtuvo el tercer lugar. 

Señaló que al ingresar al penal tuvo dos opciones: deprimirse o salir adelante, y eligió transformarse por su familia. 

“Sé que no estoy aquí por el delito; sé que Dios tiene un propósito para mí, pero aún no descubro cuál es. Trato de ser mejor persona cada día y de convivir sanamente con mis compañeras. Mi relación con mis padres también mejoró mucho; ahora tenemos una plática más sana y cercana”, expresó. 

Finalmente, Carmen destacó que lo que más extraña son los detalles simples, como despertar por las mañanas y animar a todos en su casa. “Eso lo hacía yo y lo extraño muchísimo”, concluyó con una actitud positiva y esperanzada.