Monterrey.- La venta clandestina de pirotecnia continúa expandiéndose en Nuevo León, pese a que su uso está prohibido desde diciembre de 2024 y a los hechos trágicos recientes relacionados con su almacenamiento.
En redes sociales siguen circulando fotografías, listas de precios y promociones de artículos explosivos, incluso después de la explosión registrada en la colonia Los Olmos, en Pesquería, que hasta ahora ha dejado cuatro personas fallecidas por el resguardo ilegal de estos productos.
En plataformas como Facebook, usuarios continúan ofreciendo cohetes de distintos tamaños. En páginas como “Pirotecnia Monterrey”, “Lo que pasa en Monterrey”, “Ventas Nuevo León” y otros grupos locales, se observan publicaciones que promueven paquetes desde 150 hasta mil pesos, dependiendo del tipo y cantidad de artefactos.
Los vendedores aseguran que manejan precios de mayoreo y menudeo, piden contactar vía mensaje privado o WhatsApp, y promocionan productos “de todos los tamaños y colores a súper precio”, incluso invitando a otros usuarios a revenderlos en sus colonias.
La temporada decembrina, que tradicionalmente incrementa la circulación de estos artefactos, vuelve a poner en alerta a autoridades estatales y municipales.
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Aunque la pirotecnia está prohibida en Nuevo León, cada año surgen vendedores que operan de manera informal, generando riesgos importantes para la población.
Estas prácticas han derivado en incendios, lesiones y explosiones, particularmente en zonas donde la mercancía se almacena sin medidas de seguridad.
La proliferación actual contraviene el decreto estatal publicado el 14 de diciembre de 2024, mediante el cual el Gobierno de Nuevo León estableció lineamientos estrictos para evitar el uso de pirotecnia.
El documento, firmado por el gobernador Samuel García, el entonces secretario general de Gobierno Javier Navarro Velasco y el secretario de Medio Ambiente en ese periodo, Alfonso Martínez Muñoz, prohíbe la compraventa de estos productos y su utilización en eventos públicos o privados realizados en espacios administrados por el Estado.
El decreto también indica que las personas físicas o morales que busquen organizar eventos en plazas, parques o explanadas gubernamentales no podrán usar artificios pirotécnicos, y que las dependencias deberán incluir esta prohibición en los contratos correspondientes.
Además, exhorta a los municipios a evitar su uso en actos públicos y en reuniones privadas durante contingencias ambientales.
El documento instruye a la Secretaría de Medio Ambiente a impulsar acciones para reducir las emisiones generadas por los fuegos artificiales, mientras que ordena a Protección Civil no emitir certificados de seguridad para actividades relacionadas con su compraventa.
Asimismo, pide a los municipios negar permisos para instalar mercados o puestos de venta, prohibir su uso en eventos oficiales y sancionar a quienes los utilicen en la vía pública por alterar el orden.
A pesar de estas disposiciones, las redes sociales siguen siendo un espacio fértil para la comercialización de pirotecnia, visible tanto para autoridades como para ciudadanos, en un contexto donde los riesgos han quedado evidenciados con consecuencias mortales.
