Monterrey.- Nuevo León enfrenta una inminente crisis energética que podría derivar en apagones sistemáticos en un plazo de seis meses si no se incrementa con urgencia la capacidad de generación y transmisión eléctrica, advierten la Caintra y César Cadena, presidente del Clúster Energético en Nuevo León.
El acelerado crecimiento del sector industrial y la llegada de nuevas inversiones están llevando al límite la infraestructura eléctrica en la entidad, señalaron Caintra en el documento Agenda para el Desarrollo Industrial y el especialista en entrevista con ABC Noticias.
La región noreste del país —que incluye a Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas— ya registra una demanda diaria cercana a los 9,300 megawatts (MW) en días de alta exigencia, mientras que la capacidad instalada apenas ronda los 12,000 MW, dejando márgenes operativos cada vez más estrechos.
Con base en datos del Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (PRODESEN), se estima que la demanda máxima en la región noreste alcanzará aproximadamente 12,607 MW en 2028, lo que representa un aumento de 3,300 MW.
A pesar del panorama de una creciente demanda‚ actualmente no hay plantas de ciclo combinado en construcción, las cuales son las requeridas para abastecer la ciudad y tardan entre tres y cuatro años en entrar en operación.
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Tampoco se están otorgando permisos para nuevos proyectos de energías limpias como parques solares o eólicos, que pudieran ser de apoyo, explicó el presidente del Clúster Energético en Nuevo León.
“No hay oferta posible en este momento. Las soluciones limpias no están siendo autorizadas y no existe infraestructura en marcha para responder a la demanda proyectada”, alertó el experto.
Además, advirtió que no basta con generar más energía: también es necesario contar con redes de transmisión que permitan llevarla a donde se necesita.
La falta de esta infraestructura representa otro cuello de botella que podría agudizar el problema.
“Aunque se logre generar más energía, de nada sirve si no se puede trasladar. Se requieren inversiones paralelas en transmisión.
“El riesgo es real y creciente. El sistema eléctrico enfrenta márgenes de reserva muy reducidos, especialmente durante olas de calor o eventos climáticos extremos”, advirtió Cadena, y señaló que de mantenerse la tendencia, el sistema podría colapsar ante picos de consumo que superen la capacidad actual.
Esta situación no es hipotética, en lo que va del año se aplicaron cortes rotativos en Monterrey, Apodaca, Escobedo y San Nicolás, aplicados por el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) como medidas de emergencia para evitar un colapso del sistema.
Esto se presenta luego de que la Comisión Federal de Electricidad informó que sólo en un día, el pasado 4 de marzo, recibió 141,618 reportes de usuarios afectados por la falta de suministro eléctrico en NL.
La situación escaló al Congreso local, donde el 23 de mayo el diputado Heriberto Treviño emitió un exhorto a Osvaldo de León Ortiz, Gerente de la División del Golfo Norte de la Comisión Federal de Electricidad, para pedirle renovar la infraestructura, específicamente los transformadores, pues tienen una antigüedad de más de 20 años.
Las afectaciones, explicó, serían generalizadas: desde cortes en la industria y el comercio, hasta interrupciones en servicios esenciales como hospitales y escuelas, y desabasto de agua.