De la cárcel al museo: internas pintan su libertad

Una exposición en el Museo MARCO, organizada por la asociación Tecciztli, exhibe obras creadas por mujeres internas en centros penitenciarios de Nuevo León.

Créditos: Leo Aguirre / ABC Noticias
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Monterrey.- El Museo MARCO de Monterrey inaugura la exposición El trópico penitenciario: Pasiones y astucias de liberación, una muestra que emerge desde los muros de las cárceles gracias al trabajo conjunto de la asociación civil Tecciztli y el apoyo de la Secretaría de Igualdad e Inclusión del Gobierno de Nuevo León.

Cerca de 50 mujeres privadas de su libertad son las autoras de las piezas que componen esta exhibición, que incluye pinturas, un mural colectivo de 25 metros, un video-performance y una instalación interactiva para que el público pueda enviar mensajes a las internas. Más que un proyecto artístico, esta iniciativa es una plataforma de libertad y expresión en un contexto marcado por la restricción y la injusticia.

Foto: Leo Aguirre
Foto: Leo Aguirre

Mayra, recuerda con emoción su primer acercamiento al museo cuando era niña y ahora, desde el Centro de Reinserción Social, participa activamente en la creación del mural y otras obras.

“Salimos sin necesidad de pisar la calle, nos conocieron sin necesidad de vernos”, afirma, reflejando el poder transformador del arte en su vida.

La exposición no solo se limita a mostrar arte, sino que busca visibilizar las voces de quienes han sido históricamente invisibilizadas y discriminadas.

Mauricio Canseco Cavazos, subsecretario de inversión social, destacó la importancia de este tipo de espacios para promover la igualdad y la inclusión, pilares fundamentales para el gobierno de Nuevo León bajo la gestión de la secretaria Marta Herrera. Según Canseco, la iniciativa representa “una ventana al cielo” para las mujeres privadas de la libertad, un medio para expresar su dignidad humana y romper con los muros que las contienen.

Detrás de este proyecto está Tecciztli, fundada en 2023 por el artista Pablo Hoyos y la activista Consuelo Bañuelos, quienes con décadas de experiencia en la defensa de los derechos humanos y la promoción cultural han diseñado talleres que van más allá de la enseñanza tradicional para ofrecer un espacio de igualdad y libertad creativa dentro de los centros penitenciarios.

Foto: Leo Aguirre

El mural Cielo Concreto. Excarcelación mural es el corazón visual de la muestra. En él, las participantes plasman un “cielito lindo” distinto al gris que enfrentan día a día, donde figuras femeninas desnudas representan la vulnerabilidad, el dolor, pero también la resistencia y la esperanza. Ana y Elsa, dos de las artistas, coinciden en que el arte les permitió reencontrarse consigo mismas y desafiar, aunque sea temporalmente, la prisión física y emocional.

Además, el video-performance Paloma negra. Soslayar la punición utiliza la metáfora de las palomas que visitan el penal para reflexionar sobre el anhelo de libertad a través de la danza contemporánea, mientras que la obra El trópico penitenciario involucra una danza performática donde artistas y aves simbolizan la lucha por liberarse de las múltiples prisiones invisibles.

Este proyecto se realiza en un contexto donde más de 10 mil personas están privadas de libertad en Nuevo León, de las cuales aproximadamente 550 son mujeres. Muchas enfrentan no solo la condena legal sino también el estigma social, la discriminación y el abandono familiar. Consuelo Bañuelos destaca que la mayoría cumplen sus sentencias en condiciones de vulnerabilidad agravada y con un acceso limitado a la justicia y el acompañamiento.

Pablo Hoyos describe a estas mujeres como “hartas, inflamadas de dolor” y señala que el arte se convierte en un bálsamo que desinfla penas y restaura dignidad, permitiéndoles reencontrar su voz y su esencia en medio del encierro.

Durante la inauguración, se resaltó la necesidad de cuestionar el concepto de la cárcel como “un mal necesario” y reconocer las complejas realidades sociales que llevan a estas mujeres a estar privadas de su libertad. La muestra pone sobre la mesa temas como la desigualdad, las violencias estructurales y patriarcales, y la precariedad social que muchas veces limitan las oportunidades y opciones de vida para estas mujeres.

Finalmente, el Museo MARCO y la Secretaría de Igualdad e Inclusión se comprometieron a seguir impulsando iniciativas como esta, que no solo visibilizan la realidad penitenciaria sino que generan puentes entre la sociedad y las personas privadas de la libertad, buscando construir un Nuevo León más justo e inclusivo para todas y todos.

Indira Sánchez, Gerente de educación de Marco ;Mauricio Cavazos, Subsecretario de inversión social, Consuelo Bañuelos y Pablo Hoyos, fundadores de Tecciztli |  Foto: Leo Aguirre

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