Monterrey.- En medio del auge industrial impulsado por el nearshoring y la llegada constante de inversiones, Nuevo León se posiciona como el estado con la tasa de informalidad laboral más baja del país, de acuerdo con los datos más recientes de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) publicados por el INEGI.
Durante el primer trimestre de 2025, la entidad registró una tasa de informalidad laboral de 32.55 por ciento, por debajo del promedio nacional de 54.9 por ciento, y delante de otras entidades como Coahuila (33.08?%), Chihuahua (33.65?%), Baja California (37.24?%) y Baja California Sur (37.47?%).
Este indicador representa una disminución de 3.49 puntos porcentuales respecto al mismo periodo de 2024, cuando la informalidad en Nuevo León se ubicaba en 36.04?%, y refleja los avances relativos de la entidad en materia de formalización del empleo.
No obstante, el liderazgo estatal en este rubro no debe interpretarse como una resolución del problema. A pesar de ser la tasa más baja del país, aún cuatro de cada 10 trabajadores en Nuevo León carecen de prestaciones, contrato escrito o afiliación al seguro social, lo que los coloca en condiciones de vulnerabilidad laboral.
En zonas urbanas de México, como Monterrey y su área metropolitana, el informe del INEGI revela que la tasa de informalidad en mayo de 2025 fue de 43.5?%, una ligera baja respecto al 43.9?% registrado en mayo de 2024.
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El mismo reporte destaca un incremento a nivel nacional en el empleo asalariado, es decir, personas que reciben un sueldo o salario, al pasar de 70.1?% en 2024 a 71.6?% en 2025 en el conjunto de ciudades que incluye a Monterrey.
Otros indicadores apuntan hacia una mejora parcial en la calidad del empleo en México donde la tasa de subocupación, que mide a quienes necesitan trabajar más horas, se redujo de 7.0?% a 5.6?% en el último año.
También la tasa de condiciones críticas de ocupación —que agrupa a trabajadores con ingresos insuficientes, jornadas excesivas o ambas— descendió de 33.0?% a 28.7?% a nivel nacional en ese mismo periodo.
Pese a estas cifras, persiste una brecha entre el crecimiento económico y la calidad del empleo. El auge del nearshoring y la instalación de nuevos parques industriales no han logrado cerrar del todo el paso a la informalidad.
De hecho, el INEGI aclara que este fenómeno no se limita al comercio ambulante o al autoempleo, sino que incluye a quienes laboran dentro de empresas formales, pero sin derechos laborales garantizados, una práctica extendida en sectores como manufactura, comercio, construcción, servicios personales y plataformas digitales.