Monterrey.- A 14 años del atentado en el Casino Royale, familiares de las víctimas se reunieron este lunes frente al mural construido en memoria de los fallecidos, para rendir un homenaje a sus seres queridos y mantener viva la exigencia de justicia.
Samara Pérez, vocera de los afectados, recordó lo ocurrido aquel 25 de agosto de 2011, cuando se encontraba dentro del Casino Royale junto a su hijo, Brad Xavier Pérez, quien perdió la vida en el siniestro.
“Estaba aquí con mi hijo, apenas pude salvar mi vida, mi hijo no lo logró. Sé que han pasado muchos años, pero no creo que me baste la vida para que no duela”, declaró Pérez.
La mujer relató que, después de más de una década, sigue reviviendo cada instante del atentado como si hubiera ocurrido ayer. Reconoció que el dolor de haber perdido a su hijo sigue siendo la experiencia más devastadora de su vida. Además, señaló que el mensaje inscrito en el mural: “que su sangre derramada y las lágrimas de sus familias les persiga siempre y no encuentren paz donde quiera que estén”, no está dirigido únicamente a los responsables materiales del crimen, sino también a quienes, de alguna manera, permitieron que esta tragedia sucediera.
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Por su parte, Elizabeth Walss compartió el duro impacto que vivió tras la muerte de su madre, Idalia Walss, de 46 años, quien murió en el atentado cuando ella se encontraba embarazada. Elizabeth recordó que su mamá acababa de enterarse, apenas cinco días antes, de que la bebé sería una niña.
“Estaba embarazada, yo tenía 15 años y mi mamá tenía cinco días que supo que iba a ser niña, y no ha sido nada fácil salir adelante sin tener a alguien con quien ese abrazo cálido de mamá, esas palabras de apoyo para poder salir adelante”, expresó Walss entre lágrimas.
Hoy, aquella bebé tiene 13 años y ya conoce la verdad de lo que ocurrió con su abuela. Elizabeth confesó que hablarle del tema fue uno de los momentos más dolorosos que ha enfrentado como madre, pues tuvo que narrarle con el corazón roto los hechos que marcaron a toda su familia.
“Mi hija más grande, de la que estaba embarazada cuando ocurrió esto, sabe todo lo que pasó con su abuelita, pero trato de no involucrarla en estos eventos para que no pasen cosas por su cabeza, pero sí sabe todo el proceso de lo que sucedió ese día”, mencionó.
Durante el homenaje, los familiares encendieron veladoras, colocaron globos en forma de alas y llevaron una corona fúnebre, en memoria de las 52 víctimas mortales y de los dos bebés que nunca llegaron a nacer.
El 25 de agosto de 2011 quedó grabado como una de las tragedias más dolorosas en la historia reciente de Monterrey. Aquella tarde, poco después de las 16:00 horas, un grupo armado de entre 13 y 16 sujetos ingresó al casino y provocó un incendio que en cuestión de minutos se convirtió en un desastre humanitario. Para la madrugada del día siguiente, la magnitud de la tragedia era evidente: 52 personas habían perdido la vida, dos bebés no nacidos también figuraban entre las víctimas y al menos una decena de personas resultaron lesionadas.