Monterrey.- El director de Administración y Finanzas de Agua y Drenaje de Monterrey, Humberto Panti Garza, fue separado de su cargo en medio de señalamientos por presuntas anomalías en contrataciones y decisiones administrativas relacionadas con la construcción del Acueducto El Cuchillo II.
Aunque la salida no ha sido anunciada de forma pública, personal de la paraestatal recibió el viernes pasado una notificación interna sobre el cambio, firmada por el director general, Juan Ignacio Barragán.
En el mensaje, se informó que a partir de esa fecha, Andrés Alejandro Rodríguez Rodríguez asumiría la dirección financiera.
“Concluye sus funciones como Director de Finanzas de nuestra institución”, señala el documento distribuido entre distintas áreas, donde también se reconocen las aportaciones de Panti durante su gestión, sin hacer referencia a los motivos de su salida.
Según trascendió, las acciones de Panti estarían bajo revisión interna por presuntos vínculos con empresas sin sustento legal y por la suscripción de esquemas de financiamiento cuestionables.
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El tema ha sido manejado con discreción dentro del organismo, mientras continúan las indagatorias sobre el periodo en que Panti estuvo al frente de las finanzas de Agua y Drenaje (octubre 2021 a la actualidad, de acuerdo a su información en LinkedIn).
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En otros hechos, Educación NL separa de su a cargo supervisor tras acusaciones de violencia laboral
El pasado viernes 27 de junio, la Secretaría de Educación de Nuevo León ha separado de su cargo al supervisor de la zona escolar 16, en Escobedo, tras ser acusado de violencia laboral por dos directoras.
La dependencia estatal informó en un comunicado que el inspector ya no está en funciones y que se está atendiendo el caso de las docentes.
Una de las denunciantes, la maestra Miriam Rodríguez Barrios, ha recibido atención de las áreas de Relaciones Laborales y el Instituto de Educación Socioemocional. Además, su denuncia se encuentra en proceso ante la Fiscalía de Nuevo León.
En un video en TikTok, la maestra Rodríguez relató que la violencia comenzó cuando se negó a seguir las instrucciones del supervisor de no denunciar casos de abuso infantil en los hogares de los alumnos.
"Literalmente, se me ordenó que me lavara las manos junto con mi trabajador social. Eso no va con mis principios", afirmó, explicando que a partir de ese momento comenzó a recibir amenazas. La Secretaría ha asegurado que colaborará con las instancias judiciales.