Monterrey.- Entre humedad, fuentes de agua apagadas, conectores eléctricos expuestos y pisos con cemento y varillas visibles, así luce actualmente el Paseo Santa Lucía a 18 años de su inauguración.
Durante un recorrido realizado por el equipo de ABC Noticias, se constató el deterioro de este lago artificial, cuyas aguas actualmente presentan un tono verdoso.
Algunas paredes ubicadas bajo el Museo de Historia Mexicana presentan humedad y graffitis con diversos lemas hechos por visitantes, lo que contribuye al deterioro de la imagen del lugar.
Además, algunas de las fuentes distribuidas a lo largo del paseo, que mide aproximadamente 2.5 kilómetros, permanecen apagadas o en mal funcionamiento, acumulando agua estancada.
También se observaron alcantarillas mal colocadas que provocan hundimientos en algunas zonas, así como barandales oxidados y sin pintura.
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En ciertos tramos, el paso está restringido únicamente con postes viales unidos por cintas plásticas de precaución, sin mayor señalización.
Otro de los riesgos detectados son los conectores eléctricos a la intemperie, algunos de ellos sujetos con cinchos a los árboles y visiblemente oxidados, lo que representa un peligro para los visitantes.
Los baños públicos tampoco se encuentran en mejores condiciones: varios de ellos presentan daños, han sido vandalizados con graffitis y, en algunos casos, ya no funcionan.
El Paseo Santa Lucía fue inaugurado en 2007, inspirado en el River Walk de San Antonio, Texas, como parte de un proyecto de revitalización del centro de Monterrey.
La obra se construyó sobre el antiguo curso del manantial de Santa Lucía, lugar histórico donde se fundó la ciudad en 1596. En su momento, fue inaugurado por el entonces presidente Felipe Calderón y el gobernador Natividad González Parás.
Hoy, a 18 años de distancia, el paseo que alguna vez fue símbolo de modernización y atractivo turístico en la ciudad de Monterrey luce con múltiples desperfectos que evidencian la falta de mantenimiento.
Con motocicleta cuidarán 24/7 del Paseo Santa Lucía, en Monterrey
Tras recibir denuncias de malvivientes, incluso de asaltos en una de las zonas emblemáticas para el turismo como el Paseo Santa Lucía, Parque Fundidora y con el mundial en camino, una banda de motociclistas ahora se dedica a cuidar la zona.
No se trata de un moto-club cualquiera, sino de una división motorizada que se encarga de vigilar 24/7 con recorridos para resguardar la integridad de los visitantes y turistas en general para conservar la tranquilidad y confianza de recorrer este paseo.
Recientemente se denunciaron asaltos y presencia de personas en condición de calle y asaltantes que afectaban la tranquilidad del espacio, por lo que desde hace dos meses comenzaron a "rodar" estos vigilantes en ambos puntos.