Santiago.- Con la presa La Boca en su máximo esplendor y un ambiente festivo, decenas de regiomontanos aprovecharon el asueto del 16 de septiembre para convivir y celebrar en las orillas del embalse, en el municipio de Santiago.
Desde tempranas horas, familias, grupos de amigos y parejas acudieron al lugar para pasar el día patrio en un entorno natural que este año lució distinto, gracias a que el agua alcanzó un nivel que incluso llegaba hasta el camellón donde caminan los paseantes.
Entre los asistentes se podía ver a personas paseando tranquilamente, refrescándose con bebidas frías o compartiendo antojitos mexicanos. Otros se animaron a bailar y cantar, improvisando un ambiente de fiesta al aire libre. Incluso hubo quienes aprovecharon para sacar las cañas y practicar la pesca deportiva, disfrutando del repunte en el caudal del embalse.
Uno de los momentos más peculiares se vivió con un grupo de amigas que acudió no solo para disfrutar del asueto, sino también para festejar el cumpleaños de una de ellas de nombre Magda López, a quien llamaban con cariño “Nena”.
Te podría interesar
Con risas y felicitaciones durante una entrevista con ABC Noticias, las jóvenes armaron su propia celebración junto a la presa, convirtiendo el feriado en un recuerdo doblemente especial.
“Vinimos a festejar su cumpleaños número 65. Estamos aquí disfrutando el día, viendo la gente, y es que todas descansamos, por eso andamos muy contentas”, expresó Guadalupe Casanova, una de las integrantes del grupo de amigas que acudieron a la presa.
El contraste fue evidente: mientras algunos buscaban relajarse sentados en la orilla contemplando la vista, otros preferían mantener el ambiente alegre con música y baile, demostrando la diversidad de formas en que los visitantes decidieron vivir el día libre.
La presencia de familias enteras, con niños corriendo y parejas tomando fotografías, reforzó el ambiente de tranquilidad, mientras vendedores locales aprovecharon la afluencia para ofrecer desde botanas hasta bebidas frescas.
El día festivo en La Boca se convirtió en un reflejo del ánimo de la ciudadanía tras el paso de las fiestas patrias: un espacio de reunión, descanso y alegría, donde el agua abundante del embalse sirvió como marco perfecto para celebrar el 16 de septiembre en comunidad.