San Pedro.- El fallecimiento de Mauricio Fernández sacudió ayer a Nuevo León y, en especial, a San Pedro Garza García, municipio que gobernó en cuatro ocasiones y al que le imprimió un sello personal e irrepetible.
Su partida abre la reflexión sobre su estilo de liderazgo y el profundo impacto que ha dejado en la política estatal.
“San Pedro lo va a extrañar, como se extraña a un vecino”, expresó la politóloga y académica Lourdes López, al referir que las contribuciones más importantes de Fernández Garza como político se concentraron en ese municipio, donde impulsó importantes cambios tanto en la parte inmobiliaria como de seguridad.
“No estoy en una condición física sana, ya no puedo caminar, batallo en concentrarme”, dijo el lunes 15 de septiembre durante lo que fuera su última reunión al frente del Cabildo de San Pedro.
Con su muerte se ha sellado una de las carreras más prolíficas de Nuevo León.
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“Mauricio se distinguió por un sello personal único, rompió todos los moldes”, expresó Raúl Gracia, exsenador panista y una de las voces más prominentes de Acción Nacional en el estado.
“Fue un adelantado en desarrollo urbano, en participación ciudadana, seguridad y en espacios comunes”, agregó Gracia, quien siempre mantuvo una relación política tirante con Fernández.
Mauricio Fernández era nieto de Roberto Garza Sada, hermano del legendario empresario regiomontano Eugenio Garza Sada. Gracias a su cuantioso capital, calculado en cientos de millones de dólares, pudo dedicarse con holgura no sólo a la política y al coleccionismo.
En los últimos años, se volcó a compartir en redes sociales las piezas de su acervo, atrayendo una numerosa comunidad de seguidores digitales, ganándose incluso el mote del “Tío Mau”.
En particular, destacó por su interés en los fósiles de dinosaurios, llegando a adquirir una de las cabezas de Tiranosaurio Rex más completas del mundo.
Hoy, ese objeto forma parte de los tesoros del Museo La Milarca, recinto que Fernández impulsó durante sus gestiones como alcalde y que se ubica en el Parque Rufino Tamayo.
Además, se desempeñó como senador de la República, también con el PAN.
“Fue práctico: supo cuándo ir a contracorriente y cuándo no. Su retiro es un acto de responsabilidad y dignidad que otros políticos no han tenido”, expresó la politóloga Lourdes López.