Monterrey.- A medida que se acerca la Copa Mundial de la FIFA 2026, autoridades de México y Estados Unidos refuerzan la preparación en materia de seguridad con un enfoque prioritario: prevenir y combatir la trata de personas.
Esta semana concluyó en Monterrey el Seminario de Combate a la Trata de Personas, una iniciativa binacional que reunió a más de 60 elementos de seguridad, analistas e investigadores, quienes estarán directamente involucrados en las operaciones durante el Mundial, especialmente en sedes clave como el Estadio BBVA y el FIFA Fan Fest en el Parque Fundidora.
El seminario fue organizado por la Unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) del Departamento de Seguridad Nacional de EU (DHS), con respaldo de la Oficina de Antinarcóticos y Aplicación de la Ley (INL).
También participaron representantes de FIFA, FEMSA, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), y el Grupo Binacional de Trabajo sobre Trata de Personas.
Durante el evento, los asistentes recibieron entrenamiento especializado en detección de víctimas, investigación de redes criminales y atención a personas afectadas, utilizando estudios de caso y escenarios reales.
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Este tipo de preparación es clave, ya que eventos internacionales de gran escala, como la Copa Mundial, suelen incrementar los riesgos de trata y explotación, especialmente en zonas cercanas a la frontera, como Nuevo León.
“Trabajar juntos nos permite aprender mutuamente y garantizar que este evento deportivo se desarrolle en un ambiente seguro y protegido para todos”, señaló Melissa A. Bishop, Cónsul General de EU en Monterrey.
Además de preparar al personal operativo, el seminario busca fortalecer la coordinación entre agencias mexicanas, estadounidenses y organizaciones no gubernamentales, a fin de generar una respuesta efectiva y humana ante posibles casos de trata durante el Mundial, que se espera reúna a más de 2 millones de visitantes en Nuevo León.
La iniciativa forma parte de una estrategia integral del DHS y el INL, con el compromiso de garantizar un evento no solo exitoso, sino también seguro, ético y respetuoso de los derechos humanos.