Yucatán.- Las elevadas temperaturas que azotan el país generan un aumento exorbitante en el consumo de energía eléctrica en los equipos de enfriamiento y aireación. Sin embargo, una habitante de la comunidad de Kanasín, ubicada en el estado de Yucatán, se encuentra sumamente angustiada debido a que recientemente ha recibido una factura de luz por casi 10 mil pesos.
La mujer reside en una vivienda ubicada en un conjunto habitacional, dispone de lo esencial: un aire acondicionado de dimensiones reducidas, un televisor, dos ventiladores y un refrigerador. Por consiguiente, se muestra perpleja ante semejante incremento en su consumo energético.
“Soy una vecina de Kanasín que está preocupada, los recibos se han ido incrementando, esta vez me llegó muy elevado, de casi 10 mil pesos, no tenemos casa de dos pisos, con piscina, con bombas o muchos climas para que llegue tal elevada nuestra luz, el bimestre pasado pagué 2,000 y aunque fue mucho, consumí lo mismo y llegó el triple, yo creo que los apagones que se han registrado influyen, todo está descontrolado”.
La mujer realizó un reporte a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), pero le informaron que debe abonar el monto correspondiente, ya que refleja su consumo real.
Ella se encuentra desconcertada y afligida, sin comprender cómo se registra el notorio aumento en su consumo de energía eléctrica.
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¿Por qué incrementa la luz ante la ola de calor?
Durante una ola de calor, es común observar un aumento en la intensidad de la luz solar. Este fenómeno puede atribuirse a varios factores interrelacionados que afectan nuestra percepción visual.
En primer lugar, la ola de calor se asocia a menudo con condiciones climáticas estables y despejadas. Bajo estas circunstancias, hay una reducción significativa en la presencia de nubes en el cielo.
Las nubes actúan como un filtro natural de la luz solar, dispersando los rayos y reduciendo su intensidad. Sin embargo, durante una ola de calor, la ausencia de nubes permite que la luz solar llegue a la superficie de manera más directa y sin obstrucciones, lo que resulta en una percepción de mayor brillo y luminosidad.
Además, la humedad juega un papel importante en la percepción de la luz durante una ola de calor.
En estas condiciones, la humedad tiende a disminuir, lo que se traduce en un aire más seco. La humedad actúa como un medio para dispersar la luz, difuminando su intensidad. Cuando la humedad disminuye, la luz solar puede viajar a través del aire de manera más directa, sin ser dispersada en múltiples direcciones. Como resultado, percibimos una mayor intensidad luminosa.
Un tercer factor a considerar es el aumento en la intensidad de la radiación solar. Durante una ola de calor, la radiación solar suele ser más intensa debido a la alta presión atmosférica y a la ausencia de condiciones que reduzcan su llegada a la superficie terrestre.
La combinación de un sol más brillante y una menor interferencia atmosférica contribuye a un incremento en la luminosidad percibida.