Ciudad de México. – Frente al asesinato de Milagros Monserrat, mujer de 40 años apuñalada en León, Guanajuato, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, lamentó lo ocurrido, sin embargo, defendió la política de seguridad de su gobierno, conocida como “abrazos no balazos”.
Sabedor de las críticas hechas por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, en relación a este caso, el mandatario mexicano declaró que no habrá solución si solo se aplican medidas coercitivas.
“Hay que atender las causas, no solo aplicar medidas coercitivas, la paz duradera se consigue con justicia y eso es lo que estamos llevado a la práctica, no quiero polemizar con el presidente de El Salvador”, dijo.
López Obrador destacó que los trabajos hechos en materia de seguridad han sido buenos, aunque aquejó que el escenario todavía es difícil producto de las acciones hechas en el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012).
“Vamos bien, a pesar de que heredamos una situación muy difícil porque un presidente que declaró la guerra al narcotráfico y apostó por enfrentar violencia con violencia, eso agravó la situación en el país.
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Desde entonces se constituyeron grupos, bandas de delincuentes, nuevos carteles, y cuando llegamos la violencia estaba en lo más alto, sobre todo homicidios, y poco a poco hemos venido reduciendo los homicidios”, presumió.
Finalmente, Andrés Manuel López Obrador concluyó que la estrategia “abrazos no balazos” funciona, porque ”la paz es producto de la justicia”.
De 40 años de edad, Milagros Monserrat fue víctima de un apuñalamiento en la ciudad de León, Guanajuato, que causó su muerte ayer jueves 11 de agosto.
El feminicida no ha sido capturado, pese a que desde ayer las autoridades guanajuatenses han llevado a cabo trabajos de investigación, cateos y demás labores a fin de dar con su paradero.