Ciudad de México. - La historia de Carmen es una de las miles que existen en nuestro país y que aún no tienen solución: las desapariciones.
En entrevista con Saskia Niño de Rivera para su programa Penitencia en YouTube, la madre de familia narró cómo la desaparición de su hijo Rodolfo Román Cureño Ramírez de entonces 39 años, cambió a su familia.
Carmen contó que su hijo desapareció desde el 2021 en Morelos y debido a ello no pudo donarle un riñón a su primogénito, quien falleció el año pasado.
La mujer señala que un día se despertó con la noticia que Rodolfo no respondía su teléfono por lo que fueron a buscarlo hasta su trabajo.
“El predio que él cuidaba estaba abierto y las cámaras del lugar las habían arrancado. Sus cobijas donde dormía estaban tiradas, todo tirado, había huellas de moto en el predio.
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“Le marco al patrón y le reclamó que pasó por qué mi hijo desapareció, usted debe de darme una respuesta, me dice: ‘no sé qué pasó, me negó todo”, recuerda Carmen.
Señala que al hacer la denuncia y pedir que una patrulla resguardara el lugar, esta nunca llegó hasta una semana después cuando ya no había rastro de nada.
“Cuando fueron hacer el cateo no encontraron ninguna huella de mi hijo, todo limpio, ya todo acomodado, mi hijo no tomaba, no fumaba no se drogaba, no tenía tatuajes, se estaba cuidando porque iba a donar un riñón a su hijo, mi nieto tenia 16 años cuando se llevaron a su papá. Su deseo era darle su riñón a su hijo”, cuenta.
Rodolfo era mormón por lo cual su religión le prohibía varias cosas entre ellas fumar, tomar café y coca, alegando que estaba sano y no se metía en ningún problema.
“Lo que llegan a la conclusión es que se lo llevaron por error, mi nieto falleció esperando el riñón de su papá, el 24 de diciembre del 2023 falleció mi nieto”, dice Carmen afligida.
La mujer pide que se haga justicia no solo por su caso, sino por todos los que se viven a diario en México ya que a raíz de la desaparición ella enfermó, al igual que su familia.
“Yo a raíz del suceso de mi hijo empiezo con la presión alta, hace un año me diagnosticaron diabetes, ahorita me tengo que inyectar insulina, tengo que vivir con la pastilla de Losartàn. Mi único hijo varón que me queda tiene depresión.
“Su hija llora por su papá, mi nieta ha dejado de comer, pesa 30 kilos y es una lucha todos los días porque se desanima uno. Va a cumplir 3 años desparecido, va pasando el tiempo mi esperanza se va desvaneciendo de encontrarlo con vida”, refiere.
Carmen cuenta que cada que va a comer piensa en cómo estará su hijo y así es su vida todos los días, por lo que pide que su petición sea escucha y le hagan justicia a Rodolfo, un joven tranquilo y hogareño.