Sinaloa. - La capilla donde se encontraban familiares del narcotraficante Dámaso López, “El Licenciado” fue vandalizada por un grupo de hombres, informaron medios nacionales.
De acuerdo a los primeros informes, los presuntos delincuentes se llevaron dos cuerpos, además de ocasionar destrozos en el lugar.
Los hechos ocurrieron el domingo en el panteón de El Dorado, Sinaloa, donde las personas utilizaron maquinaria pesada.
La tumba de 2 pisos y de aproximadamente 20 metros de frente por 40 de fondo, quedó completamente destruida, y en su interior, dos tumbas abiertas.
También las puertas y ventanas de la capilla fueron arrancadas, los cristales destruidos, así como también los artículos de decoración.
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Los cuerpos que fueron robados son los de Dámaso López García, quien habría muerto en 2008, y de Adolfo López Núñez, asesinado en 2019.
En mayo de 2017 fuerzas de seguridad mexicana coordinadas por la Secretaría de Defensa y la Fiscalía General detuvieron en la Ciudad de México a Dámaso López Núñez , considerado el presunto líder del cártel de Sinaloa y sucesor de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
¿Quién es Dámaso López, “El Licenciado”?
Dámaso López Núñez, conocido como "El Licenciado," es un ex-líder del Cártel de Sinaloa, uno de los grupos criminales más poderosos y notorios de México.
Antes de involucrarse en actividades criminales, López trabajó como funcionario en el sistema penitenciario mexicano, donde se desempeñó como subdirector de seguridad en la prisión de Puente Grande, Jalisco.
Se le atribuye haber ayudado a Joaquín "El Chapo" Guzmán, líder del cártel de Sinaloa, a escapar de dicha prisión en 2001. Después de este incidente, López se unió al cártel y se convirtió en una figura clave dentro de la organización. Se le considera como uno de los principales lugartenientes de Guzmán y fue responsable de varias operaciones de narcotráfico.
Dámaso López fue capturado en 2017 por las autoridades mexicanas y posteriormente extraditado a los Estados Unidos, donde se declaró culpable de cargos relacionados con el tráfico de drogas. En 2018, fue condenado a cadena perpetua en una corte federal en Virginia.