Ciudad de México.- La marcha de la llamada Generación Z, que convocó a miles de personas en la Ciudad de México el sábado y culminó en enfrentamientos entre manifestantes y policías en el Zócalo capitalino, provocó reacciones encontradas entre el oficialismo y la oposición.
Y es que mientras desde la 4T se insistió en que ciertos grupos buscaron detonar actos de provocación y alterar la paz pública, las dirigencias del PRI y el PAN señalaron que la intervención policial fue desproporcionada y que la movilización de jóvenes respondió a un legítimo descontento social que no debía ser reprimido.
Al aludir a los actos de violencia que se desataron en la movilización aunque sin mencionar lo sucedido el sábado, la presidenta Claudia Sheinbaum expresó:
“Es importante que lo digamos, a quienes quieren provocar alguna violencia, el pueblo de México dice: ‘¡No!’ Juntas y juntos, Gobierno y pueblo, estamos construyendo la paz”.
Por su parte, gobernadoras y gobernadores de la 4T expresaron en un pronunciamiento conjunto su “enérgico rechazo” a los actos de violencia y alertaron sobre la posible presencia de actores con intereses ajenos al bienestar común. Afirmaron que el derecho a protestar no puede ejercerse a costa de la paz pública.
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Senadores morenistas también condenaron la violencia en las protestas y afirmaron que la marcha fue convocada por “sectores conservadores”.
En cambio, desde la oposición, el dirigente del PAN, Jorge Romero Herrera, denunció que la intervención policial constituyó una “respuesta violenta del Estado” y afirmó que la manifestación fue pacífica.
A su vez, el dirigente del PRI, Alejandro Moreno, respaldó la protesta. Acusó al Gobierno de responder con brutalidad, al afirmar que los jóvenes fueron agredidos porque el régimen les teme y busca silenciar la inconformidad social.
En otros hechos, disturbios en marcha de la Generación Z en CDMX
El titular de la SSC, Pablo Vázquez Camacho, reportó que la marcha de la Generación Z resultó en 100 policías lesionados y 40 personas detenidas.
De los policías, 60 tuvieron lesiones menores en el sitio, y 40 requirieron traslado hospitalario por contusiones, cortaduras o traumatismos.
Se detuvieron 20 personas ante el Ministerio Público y 20 más por faltas administrativas 20 civiles también resultaron heridos.
La autoridad afirmó que los uniformados actuaron con protocolo y que el despliegue se hizo solo tras el derribo de las vallas de Palacio Nacional.
Circulan videos de agresiones tanto de manifestantes a policías como de policías a civiles, y se usaron extintores y presunto gas lacrimógeno para dispersar.
