Ciudad de México.- Entre enero y octubre de 2025, las aseguradoras en México han pagado unos 8 mil 004 millones de pesos para cubrir siniestros relacionados con riesgos hidrometeorológicos, un incremento de 21 por ciento frente a todo el 2024, según cifras de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
“Tan sólo en las lluvias del 7 al 11 de octubre pasado se han registrado, hasta ahora, poco menos de 4 mil 500 millones de pesos, señaló la AMIS ayer en un comunicado.
A finales de octubre, el Gobierno de México informó que 80 personas fallecieron por las intensas lluvias e inundaciones que afectaron a los estados de Veracruz, Puebla, Hidalgo, San Luis Potosí y Querétaro en esas fechas, mientras que otras 18 permanecían desaparecidas.
“El crecimiento en la cantidad de bienes asegurados y la severidad en las lluvias registradas son las razones que están detrás del alza que se ha visto en 2025 en el impacto de los daños por fenómenos hidrometeorológicos”, apuntó la asociación.
Con respecto a otros años, en junio y octubre México tuvo “lluvias atípicas” en algunas zonas del país, desafortunadamente se generaron daños en los bienes de las familias, las empresas y la infraestructura del gobierno, y no todos cuentan con un seguro, lo que permite acelerar la recuperación económica, afirmó la directora de la AMIS, Norma Rosas.
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Las precipitaciones en el Golfo de México durante los primeros días de octubre causaron daños por 4 mil 473 millones de pesos.
En otros hechos, flash floods: El fenómeno desencadenado por el cambio climático
Las inundaciones repentinas (flash floods), causantes de la devastación reciente en estados como Veracruz e Hidalgo, son un fenómeno derivado del calentamiento global que se caracteriza por la rápida acumulación de agua en horas o minutos.
La ONU y científicos advierten que el cambio climático ha intensificado la frecuencia y severidad de las lluvias torrenciales, volviendo a las flash floods un riesgo habitual en las últimas dos décadas.
A diferencia de las inundaciones tradicionales, estas sorprenden a la población, haciendo la evacuación casi imposible.
Las ciudades son particularmente vulnerables debido a la urbanización acelerada y los sistemas de drenaje insuficientes, que impiden la infiltración del agua.
Este problema, que provoca pérdidas económicas y daños a la infraestructura que tardan meses en recuperarse, urge a las ciudades a prepararse para su crecimiento en los próximos años.
