Muere reo de NL en penal de Coahuila; su esposa lo encontró golpeado

Aunque se dijo que Oliver había muerto por un infarto, su esposa Abigail le encontró golpes en cara, en un brazo y en manos.

Oliver Eduardo Ramos al lado de su esposa Guadalupe Abigail Ávila.
Oliver Eduardo Ramos al lado de su esposa Guadalupe Abigail Ávila. Créditos: Cortesía de Guadalupe Abigail Ávila
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Coahuila.- Pese a haber denunciado ser víctima de maltrato en más de tres ocasiones ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, un reo interno en el Centro Federal de Reinserción Social 19 de Ramos Arizpe falleció presuntamente a causa de un infarto de miocardio.

El pasado 15 de mayo a la esposa de Oliver Eduardo Ramos, de 28 años de edad, se le informó que su esposo había fallecido por un infarto de miocardio, sin embargo, al llegar a identificar el cuerpo se dio cuenta que este presentaba golpes.

Osvaldo fue internado en 2013 en el Penal de Topo Chico, sin embargo, cuando fue cerrado, se le trasladó en al menos dos ocasiones a diferentes penales del país, siendo el último el ubicado en Ramos Arizpe, Coahuila.

El fallecido cumplía con una sentencia de 25 años, de la cual solo alcanzó a completar 10 años. Oliver también estaba por iniciar un proceso que, de ganarlo, recuperaría su libertad en tres meses tras el fallo de un juez, aseguró su esposa Guadalupe Abigail Ávila.

De acuerdo al certificado de defunción expedido por la Secretaría de Salud con folio número 230045031 con fecha 15 de mayo del año 2023 firmado por el certificante José Alejandro González Reséndiz con cédula 898684, la causa de muerte de Oliver Eduardo Ramos fue por Síndrome Coronario Agudo (infarto) a las 16:33 horas de ese lunes 15 de mayo.

En la sección en la que se pregunta si fue defunción accidental o violenta el certificante marcó el espacio “se ignora” y en el espacio en el que se cuestiona si el fallecido tuvo atención médica durante la enfermedad o lesiones antes de morir, la respuesta fue “sí”.

El cuerpo de la víctima presentó hematomas en la frente, cara, oído izquierdo, laceraciones en el antebrazo izquierdo, un corte profundo en la muñeca izquierda abajo de la palma y heridas en la mano derecha y en sus dedos, marcas que no tenía cuando su esposa realizó la última visita el pasado 10 de mayo.

Entre los días 10 y 14 de mayo Oliver no realizó ningún informe a su familia de alguna pelea o agresión física, ni se comunicó para informarles sobre síntomas que alertaran algún problema de salud.

‘’Cuando yo veo a mi esposo, no estaba aún maquillado y todos los golpes se le notaban, se le veía lo morado, tenía una herida en su frente, en sus manos.

‘’Me llenaron una hoja y me dijeron que era por muerte natural, él se ejercitaba (su esposo), comía sano, no es posible’’, declaró.

Su cuerpo fue velado noche del martes 16 de mayo en el municipio de Guadalupe, Nuevo León, de donde era originario y donde vivía con su esposa y tres hijos antes de ser detenido.