Monterrey.- Marianne Gonzaga, la influencer de 17 años que fue liberada en julio tras cumplir una sanción juvenil por agredir con arma blanca a la también influencer Valentina Gilabert, causó revuelo esta semana al abrir una nueva cuenta de Instagram y compartir declaraciones sobre lo sucedido.
Poco después de que Gonzaga activara su perfil, Valentina Gilabert comenzó a seguirla, lo que algunos interpretan como un signo de tensión aún no resuelta entre ambas.
En sus recientes publicaciones y en un video difundido en TikTok, Gonzaga habló por primera vez de manera amplia sobre lo ocurrido antes del ataque, con el objetivo de mostrar su versión de los hechos y aportar lo que considera pruebas que respaldan su relato.
Entre sus señalamientos, aseguró que su entonces pareja, José Said, mantuvo contacto con Valentina Gilabert mientras ella seguía en una relación con él.
Según Marianne, estos encuentros y mensajes se dieron “a escondidas” y en fechas en que todavía intentaban reconciliarse tras una crisis.
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La joven admitió que su decisión de atacar fue consecuencia de una acumulación de sentimientos de traición, enojo y confrontación.
En su testimonio, relató que una amiga —identificada como Aintzane “N”— le mostró pruebas mediante videollamadas que confirmaban que José y Valentina estaban juntos.
Esta situación habría sido el detonante para que viajara desde Cancún hasta Ciudad de México, donde ocurrieron los hechos.
Gonzaga también afirmó que Valentina le pidió trabajar como niñera de su hija, algo que ella interpretó como una señal de cercanía, aunque lo atribuyó a una situación económica complicada de la modelo.
En redes sociales, el seguimiento de Gilabert a la nueva cuenta de Marianne fue visto como un gesto de observación, aunque algunos lo interpretan como simple curiosidad.
El caso continúa generando debate sobre la responsabilidad de ambas.
Mientras Gonzaga insiste en compartir su verdad y obtener una segunda oportunidad, Gilabert sigue enfocada en su recuperación física y emocional.