Estados Unidos.- Un tribunal de Los Ángeles rechazó la solicitud de un nuevo juicio presentada por los hermanos Lyle y Erik Menéndez, quienes llevan más de tres décadas encarcelados por el asesinato de sus padres en 1989.
Lyle, de 57 años, y Erik, de 54, intentaban reabrir el proceso bajo el argumento de que había surgido nueva evidencia vinculada al presunto abuso sexual que, según ellos, sufrieron a manos de su padre.
Entre los documentos mencionados se incluye una carta en la que Erik relataba a un primo los supuestos abusos, además del testimonio de Roy Roselló, exintegrante del grupo Menudo, quien acusó directamente a José Menéndez de haberlo agredido sexualmente.
Pese a ello, el juez William C. Ryan resolvió que dichos elementos no aportaban pruebas diferentes a las ya consideradas en el juicio original.
Señaló que no demuestran que los hermanos vivieran bajo un temor inmediato de peligro, requisito esencial para sustentar una defensa de legítima defensa.
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Incluso recordó que el jurado ya había escuchado acusaciones similares de maltrato durante el primer proceso y, aun así, concluyó que los Menéndez planearon y ejecutaron el crimen.
Cabe recordar que los hermanos también habían solicitado la libertad condicional, la cual fue rechazada en agosto.
Aunque en mayo sus condenas de cadena perpetua se redujeron a 50 años, una eventual liberación anticipada dependería de un indulto o acto de clemencia otorgado por el gobernador de California, Gavin Newsom.
El caso se remonta a 1989, cuando Lyle y Erik asesinaron a su padre, José, y a su madre, Kitty Menéndez, utilizando escopetas dentro de su residencia en Beverly Hills.
De acuerdo con la fiscalía, el móvil del doble homicidio estuvo relacionado con el interés de heredar la fortuna familiar, valuada en millones de dólares.
Aunque la resolución judicial significa un duro revés para los hermanos, aún tienen la opción de apelar la decisión con la esperanza de reabrir su caso en instancias superiores.