Tamaulipas.- Tamaulipas se encuentra nuevamente bajo el radar debido a los riesgos asociados a las campañas electorales, en un contexto marcado por la violencia y la amenaza de grupos delictivos.
Según un informe de la Asociación Civil México Evalúa, el estado se encuentra entre los ocho más peligrosos para los candidatos, quienes enfrentan un alto riesgo de ser amenazados o de sufrir intromisiones por parte de organizaciones criminales.
Felipe Garza Narváez, Secretario de Gobernación, abordó recientemente la situación en una entrevista, destacando que las autoridades federales están al tanto de estos riesgos y trabajan de cerca con el gobierno local para garantizar la seguridad de los candidatos.
El funcionario indicó que, aunque la situación de inseguridad es un tema que se monitorea constantemente, la respuesta institucional ha sido activa para proporcionar la protección necesaria.
A pesar de los desafíos, Garza Narváez subrayó que el tipo de elección que se está llevando a cabo este año podría reducir los riesgos, a diferencia de las elecciones políticas tradicionales, donde la confrontación entre partidos puede intensificar la violencia, en esta ocasión no existen adversarios políticos directos, lo que podría evitar que “suba la temperatura política” en el estado.
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El gobierno federal ha reforzado las medidas de seguridad a través de la Mesa de Construcción para la Paz, un mecanismo que coordina esfuerzos de diversas dependencias para garantizar la protección de los candidatos y los ciudadanos.
Garza Narváez mencionó que, desde el arranque de las campañas, las autoridades han recibido solicitudes de seguridad por parte de los aspirantes, las cuales se han atendido de manera inmediata.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, la situación sigue siendo preocupante, y las autoridades federales continúan vigilando de cerca cualquier incidente que pueda poner en peligro la integridad de los candidatos.
El Secretario de Gobernación destacó la importancia de mantener la seguridad, no solo durante las campañas, sino también en el proceso electoral mismo, para garantizar que la democracia en el estado no sea alterada por la violencia.