Ciudad de México. – Si bien Halloween puede ser emocionante para muchas personas, para otros es una fiesta aterradora de la cual prefieren estar lejos.
Y esto es algo normal, sobre todo en aquellas personas que sufren samhainofobia y que quizá no lo saben, pero que perciben incomodidad cuando las calabazas, máscaras y arañas de esponja gigantes salen a la luz.
¿Qué es la samhainofobia?
De manera específica, la samhainofobia es un trastorno que se basa en el miedo irracional a todo lo que rodea a la Noche de Brujas.
Al mismo tiempo puede aunar varias fobias, por ejemplo la aespectrofobia, que es el miedo agravado a los fantasmas; la coulrofobia, el miedo enfermizo a los payasos; y la coimetrofobia, el miedo disparatado a los comentarios y tumbas, por mencionar algunos.
Con el paso de los años, los disfraces y las decoraciones de Halloween se han vuelto cada vez más realistas, y esto se convierte en una verdadera dificultad para los pacientes, que no pueden pasar el día de forma agradable y en compañía de sus seres queridos.
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Quienes sufren de samhainofobia pueden presentar diferentes tipos de males como el hecho de no poder dormir.
Además no suelen salir de casa y prefieren permanecer aislados de lo que hay a su alrededor al menos mientras dura la fiesta.
Hay casos todavía más delicados de samhainofobia donde los pacientes se encierran en casa días previos a Noche de Brujas.
Si te preguntas por qué el trastorno fue llamado samhainofobia, hay que ir miles de años atrás cuando los celtas, los pioneros de la celebración, llamaban Samhain a esta fiesta cuyo nombre actual es Halloween.
Pese a lo complicado que puede ser para algunas personas enfrentarse a Halloween, cabe mencionar que la samhainofobia tiene solución profesional, donde las técnicas de relajación y terapia cognitiva conductual juegan un papel importante en favor de los pacientes.