México.- Desde las antiguas cocinas medievales hasta nuestras mesas navideñas, las galletas de jengibre han recorrido un largo camino. Estas galletas, con su característico sabor a especias y su forma de hombrecito, son un símbolo indiscutible de la Navidad.
Pero, ¿Cuál es el secreto de las famosas galletas de jengibre? Continúa leyendo y descubre la fascinante historia de estas galletas y al final te dejaremos una receta fácil para elaborar una receta casera y sorprender a tus seres queridos esta Navidad.
Una tradición de Europa
Las galletas de jengibre se originaron durante el siglo XI, cuando los guerreros cristianos introdujeron diferentes especies a Europa desde Oriente Medio, entre ellas el jengibre. Este no solo era valorado por su sabor sino también por las propiedades medicinales con las que contaba.
Al paso del tiempo, el jengibre comenzó a implementarse en la repostería dando paso a los panes especiados con esta raíz y realizados especialmente para las festividades religiosas, no fue hasta el siglo xv cuando el pan de jengibre comenzó a ser moldeado en figuras y floreció como una tendencia en los mercados de Alemania.
La historia cuenta que la reina Isabel I de Inglaterra fue quien popularizó las figuras de hombrecillos de jengibre cuando las ofrecía a sus invitados. Hasta que en el siglo XVI, las galletas comenzaron a tomar formas más decorativas y se asociaron con eventos especiales como la navidad.
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¿Cómo hacer galletas de Jengibre?
Realizar galletas de jengibre es muy económico, se estima que para realizar esta receta con una cantidad de entre 20 a 25 galletas tiene un costo de 80 a 120 pesos. Esto equivale a un costo aproximado de 4 a 6 pesos por galleta.
Cabe destacar que los precios varían de acuerdo a la calidad de los ingredientes o los ingredientes adicionales que utilices para la decoración. A continuación te dejamos una receta para 12 galletas.
Ingredientes
- 1 ½ tazas de harina de trigo
- ½ cucharadita de bicarbonato de sodio
- 1 cucharadita de jengibre en polvo
- ½ cucharadita de canela en polvo
- ¼ cucharadita de nuez moscada
- ¼ cucharadita de clavo molido
- ¼ de cucharadita de sal.
- ½ taza de azúcar morena
- ¼ de taza de miel de caña o melaza
- ¼ de taza de mantequilla sin sal, derretida
- 1 huevo a temperatura ambiente
- ½ cucharadita de extracto de vainilla
Procedimiento
- En un recipiente, mezcla: harina, bicarbonato de sodio, jengibre, canela, nuez moscada, clavo y sal. Reserva.
- En otro recipiente, bate el azúcar con la miel de caña y la mantequilla derretida hasta obtener una mezcla homogénea.
- Agrega el huevo y el extracto de vainilla, batiendo hasta integrar.
- Incorpora poco a poco los ingredientes secos en la mezcla húmeda, usando una espátula o tus manos, hasta formar una masa suave y ligeramente pegajosa.
- Envuelve la masa en plástico y refrigera por al menos 1 hora.
- Precalienta el horno a 175 °C y forra una bandeja con papel para hornear.
- Extiende la masa con un rodillo sobre una superficie enharinada y deja un grosor de .5 centímetros. Usa cortadores de galletas con formas (como muñecos de jengibre) para darle forma a las galletas.
- Coloca las galletas en la bandeja dejando un espacio de 2 cm entre cada una. Hornea por 8-10 minutos , o hasta que los bordes estén ligeramente dorados. Ten cuidado de no sobrecocerlas para que queden suaves.
- Deja enfriar las galletas sobre una rejilla. Si deseas decorarlas, puedes usar glaseado o azúcar glass espolvoreada.