Monterrey.- La violencia obstétrica es un problema más común de lo que imaginamos. Muchas mujeres en México la han sufrido en silencio, sin saber que pueden y deben denunciar estos abusos. Se trata de acciones u omisiones por parte del personal de salud—desde doctores y enfermeros hasta el personal administrativo—que causan daño físico o psicológico durante el embarazo, el parto o el posparto. Este tipo de violencia no solo atenta contra la dignidad de las mujeres, sino que pone en riesgo su salud y la de sus bebés.
Si has sido víctima de violencia obstétrica, es fundamental que conozcas cómo y dónde denunciar. Aquí te compartimos cinco consejos clave para hacer valer tus derechos:
1. Identifica las manifestaciones de la violencia obstétrica
Antes de denunciar, es importante que reconozcas si has sido víctima de violencia obstétrica. Algunos ejemplos incluyen la negligencia en la atención durante el parto, la realización de prácticas invasivas sin tu consentimiento, como el rasurado púbico o enemas, y la presión para someterte a una cesárea sin justificación médica. También se considera violencia obstétrica el maltrato psicológico, como regaños, humillaciones o la falta de información durante el proceso.
2. Elige la vía adecuada para presentar tu queja
Existen varias instituciones en México donde puedes denunciar la violencia obstétrica:
- Contraloría interna de la institución de salud: Presenta tu queja directamente en el hospital o clínica donde fuiste atendida.
- Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y comisiones locales: Si el abuso fue por parte de personal de servicios públicos, acude a la CNDH o a las comisiones locales de derechos humanos.
- Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED):Esta opción es válida tanto para servicios públicos como privados.
3. Reúne y presenta pruebas sólidas
Para que tu queja tenga mayor impacto, es crucial que proporciones toda la información posible. Narra los hechos con detalle, incluyendo fechas y el lugar donde ocurrieron. Si cuentas con pruebas como fotografías, videos, recetas médicas o expedientes, adjúntalas a tu denuncia. Recuerda que mientras más información proporciones, mejor fundamentada estará tu queja.
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4. Ten en cuenta los plazos para denunciar
Tienes hasta un año desde que sucedieron los hechos para presentar tu queja. No obstante, si los efectos de la violencia obstétrica siguen afectando tu bienestar, aún después de este periodo, es posible que la denuncia proceda. No dudes en presentar tu queja, incluso si crees que ha pasado demasiado tiempo.
5. Asegúrate de obtener una confirmación de recibido
Al presentar tu queja, ya sea de forma verbal, por escrito, o a través de correo electrónico o teléfono, es vital que exijas una notificación de recibido. Si entregas una queja escrita, lleva una copia para que te la firmen de recibido. Esta confirmación es importante para darle seguimiento a tu caso y asegurarte de que tu voz sea escuchada.
No estás sola
Si, por alguna razón, tu queja ya no procede, recuerda que tu experiencia sigue siendo válida. No estás sola en esto. Compartir tu historia puede ayudar a visibilizar la violencia obstétrica y contribuir a que más mujeres conozcan sus derechos y exijan un trato digno y respetuoso.
Denunciar la violencia obstétrica es un paso fundamental para asegurar que todas las mujeres reciban la atención y el respeto que merecen durante el embarazo, el parto y el posparto.