México.- A nivel mundial, la brecha salarial sigue siendo un problema persistente, y México no es la excepción. A pesar de los esfuerzos por reducir las desigualdades de género, existen profesiones en las que la diferencia en ingresos entre hombres y mujeres es considerable. Según diversos estudios, hay sectores en los que las mujeres no solo ganan menos que sus colegas hombres, sino que también enfrentan limitaciones para ascender a puestos mejor remunerados.
Profesiones con mayor desigualdad
Uno de los sectores donde la desigualdad salarial es más evidente es el de tecnologías de la información y comunicación (TIC). A pesar de la creciente demanda de especialistas en este campo, las mujeres ocupan menos puestos de liderazgo y, en promedio, ganan entre un 18% y un 20% menos que los hombres en posiciones similares. Esta brecha se atribuye, en parte, a la poca representación femenina en áreas técnicas y la menor proporción de mujeres en roles directivos.
El sector financiero también presenta una significativa disparidad. Profesiones como banqueros, analistas financieros y gestores de inversiones muestran una brecha salarial que puede superar el 25%. Las mujeres en estas áreas reportan no solo una diferencia en el salario base, sino también en bonos y otros incentivos, lo que amplía aún más la distancia económica entre géneros.
En salud y medicina, la desigualdad es más pronunciada en especialidades médicas de alto prestigio y remuneración, como cirugía. En México, se estima que las mujeres cirujanas ganan un 27% menos que sus colegas hombres, a pesar de tener la misma formación y experiencia. Otras áreas, como pediatría y enfermería, también reflejan disparidades, aunque menores.
Factores que perpetúan la brecha salarial
La falta de equidad en el acceso a puestos de liderazgo y la persistente segregación ocupacional son algunos de los factores que contribuyen a la desigualdad salarial. En muchas empresas, los hombres tienen más probabilidades de ser promovidos a cargos de mayor responsabilidad, lo que se traduce en salarios más altos. Además, las mujeres suelen estar subrepresentadas en industrias mejor pagadas, como la ingeniería y la tecnología, y se concentran en sectores que tienden a ofrecer sueldos más bajos, como la educación y los servicios sociales.
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Otro factor es la discriminación salarial directa. En algunos casos, mujeres con el mismo nivel de experiencia y responsabilidad que sus colegas hombres reciben salarios más bajos sin una justificación clara. Aunque las leyes mexicanas prohíben esta práctica, su aplicación no siempre es efectiva.
Hacia una mayor equidad
A pesar de los avances en materia de igualdad de género, la brecha salarial sigue siendo una barrera para muchas mujeres en diversas profesiones. Los esfuerzos por reducir esta desigualdad deben incluir no solo políticas públicas más estrictas, sino también un cambio cultural que fomente la igualdad de oportunidades y elimine los prejuicios de género en el ámbito laboral. Solo así se podrá avanzar hacia una sociedad más justa, donde la remuneración sea un reflejo del talento y la experiencia, y no del género.