Estados Unidos.- La muerte sorpresiva de Dan Rivera conmocionó a los fanáticos de lo paranormal, especialmente porque era él el encargado de cuidar a Annabelle, una antigua muñeca Raggedy Ann que los Warren resguardaron en su museo del ocultismo tras identificarla como “demoníacamente poseída”.
Dan fue encontrado sin vida en su habitación de hotel y hasta el momento se desconocen las causas de su fallecimiento.
Su muerte ocurrió mientras participaba en una gira de divulgación relacionada con la famosa muñeca Annabelle, asociada a los casos de los Warren y popularizada por la franquicia de películas “El conjuro”.
Según el jefe adjunto del forense del condado de Adams, Scott Pennewill, no hubo señales de actividad criminal, por lo que será la autopsia quien determine lo que le pasó; los resultados podrían tardar entre 60 y 90 días.
¿Quién era Dan Rivera?
Dan Rivera, originario de Bridgeport, Connecticut, tuvo una destacada trayectoria tanto en el ámbito militar como en el mundo de lo paranormal.
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Tras servir en el Ejército de Estados Unidos, dedicó más de una década a la investigación de fenómenos paranormales, participando en rituales espirituales y construyendo una sólida presencia en los medios de comunicación, donde se consolidó como una figura influyente en este campo.
Uno de sus trabajos más conocidos fue su participación en la serie documental de Netflix 28 Days Haunted. Además, estuvo involucrado en eventos como “Devils on the Run”.
Rivera fue miembro activo de la New England Society for Psychic Research (NESPR), organización fundada por los célebres investigadores Ed y Lorraine Warren.
Dentro de esta agrupación, no solo fue un colaborador clave, sino también el responsable del resguardo de Annabelle, una antigua muñeca Raggedy Ann que, según los Warren, estaba poseída por una entidad demoníaca y permanecía bajo estricta vigilancia en su museo del ocultismo.
¿Qué se sabe de Annabelle?
La verdadera Annabelle no es como la de las películas (con rostro de porcelana), sino una muñeca de trapo del tipo Raggedy Ann, muy común en los años 70.
Primer caso documentado: En 1970, una joven enfermera llamada Donna recibió la muñeca como regalo de su madre. Poco después, tanto ella como su compañera de cuarto empezaron a notar comportamientos extraños: la muñeca cambiaba de posición, aparecía en distintas habitaciones e incluso dejaba mensajes escritos en papel como “Ayúdanos”.
Asustadas, las jóvenes contactaron a un médium, quien les dijo que el espíritu de una niña llamada Annabelle Higgins habitaba la muñeca. Pero cuando los investigadores paranormales Ed y Lorraine Warren intervinieron, aseguraron que no se trataba de una niña, sino de un demonio que intentaba poseer a una de las chicas.
Para evitar que causara más daño, los Warren se llevaron la muñeca y la colocaron dentro de una vitrina de vidrio en su Museo del Ocultismo en Connecticut, junto a una advertencia.
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