México.- Enrique Segoviano fue mucho más que un director de televisión: fue la mente creativa que dio forma visual al universo de El Chavo del 8, pero su papel ha sido históricamente subestimado.
Aunque Roberto Gómez Bolaños escribía los guiones, fue Segoviano quien convirtió esas ideas en un fenómeno televisivo.
Muchos dentro de Televisa afirmaban que sin su visión, Chespirito no habría llegado tan lejos.
De hecho, fue Enrique quien ayudó a crear al icónico personaje de Quico, sugiriendo a Carlos Villagrán que inflara los cachetes y usara el traje de marinero para hacerlo inolvidable.
El amor, la traición y el fin de una era
En 1973, Segoviano inició una relación sentimental con Florinda Meza que duró cinco años. El vínculo era tan fuerte que estuvieron comprometidos, pero todo cambió durante las grabaciones en Acapulco.
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Fue ahí donde Florinda decidió romper el compromiso para iniciar una relación con Chespirito, hecho que marcó un antes y un después en la historia del programa y en la vida de Segoviano.
Tras ese episodio, Segoviano fue despedido de forma repentina y sin razón profesional aparente. Perdió a su pareja, a su amigo y a su lugar en el proyecto más importante de su vida.
Nunca dio declaraciones sobre lo ocurrido; simplemente desapareció de la escena pública… por un tiempo.
El regreso triunfal del genio olvidado
Lejos de hundirse, Enrique regresó en 1979 con Odisea Burbujas y más adelante produjo éxitos como ¡Anabel! y Atínale al precio, que lanzó a la fama a Marco Antonio Regil.
Pero su gran regreso llegó en 2001 con 100 mexicanos dijeron, que consolidó su estatus como uno de los productores más exitosos de la televisión mexicana.
Marco Antonio Regil ha contado que Enrique sufrió mucho su salida de El Chavo, especialmente porque el público nunca reconoció su contribución.
Sin embargo, Segoviano jamás ha mencionado públicamente a Chespirito ni a Florinda Meza.
Hoy vive en paz, pero con la herida abierta
A pesar de su legado en la historia de la televisión, Enrique Segoviano se mantiene alejado de los reflectores.
Vive con la tranquilidad de haber construido una carrera sólida, pero con la sombra de una traición que le costó todo en su mejor momento.